El viento de la campiña
de José Riqueni
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¡Qué fresco el viento que corre en la campiña! Heredé de mis abuelos la gran casa sobre la colina. Entre un pueblo y otro viviría contigo apartado del ruido de los motores. Cariño, ven a ver el azul de las montañas, las pinceladas verdes de Vincent, porque si llega algo para separarnos ganará la batalla si te dejas ganar. Con el tío del bigote te dejaste ganar. Siempre te dejas y no luchas por tus locuras ¡Qué fresco el viento que corre en la campiña! ¡Qué bien sienta una barbacoa al sol! ¡Mira que eres preciosa bien despierta y bien dormida! Recién despierta y recién dormida te recuerdo a la luz de la mañana que brinda de vida a mi campo, para que recuerdes lo genial que seria todo si de repente empezaras a contar conmigo y vinieras a pintar y drogarte a la campiña. Soy incapaz de dar tranquilo una pincelada porque eres cada uno de mis colores.
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