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Vincent

RECOPILADO POR: ENRIQUE PAREJA


ÍNDICE

  INTRODUCCIÓN

I.

FRASES

SU VIDA

ARTE

MUERTE

AMOR Y AMISTAD

II

PINTORES

III

CUADROS

IV

LIBROS
  BIBLIOGRAFÍA

LIBROS

LIBROS RELACIONADOS

ARTÍCULOS

INTERNET

 

EL NEGRO ABSOLUTO NO EXISTE, A DECIR VERDAD. EL NEGRO, COMO EL BLANCO, EXISTE EN CASI TODOS LOS COLORES Y FORMA LA INFINITA VARIACIÓN DEL GRIS, DIFERENTE DE TONO Y DE VIGOR.

NO CONOZCO MEJOR DEFINICIÓN DE LA PALABRA ARTE QUE ESTA: "EL ARTE ES EL HOMBRE AGREGADO A LA NATURALEZA", LA NATURALEZA, LA REALIDAD, LA VERDAD, PERO CON UN SIGNIFICADO, CON UNA CONCEPCIÓN, CON UN CARÁCTER, QUE EL ARTISTA HACE RESALTAR, Y A LOS CUALES DA EXPRESIÓN QUE REDIME, QUE DESENREDA, LIBERA, ILUMINA.

LA NATURALEZA COMIENZA . . . SIEMPRE POR RESISTIR AL DIBUJANTE . . . Y EN EL FONDO LA NATURALEZA Y UN DIBUJANTE SINCERO ESTÁN DE ACUERDO.

AH!. . ., ­ EL RETRATO, EL RETRATO CON EL PENSAMIENTO, EL ALMA DEL MODELO, ESTO ME PARECE DE TAL MANERA QUE DEBE VENIR!

NECESITAS UNA DOSIS DE INSPIRACIÓN, UN RAYO DE LAS ALTURAS, QUE NO ESTA EN NOSOTROS, PARA HACER COSAS BELLAS.

. . .ENCUENTRA BELLO TODO LO QUE PUEDAS; LA MAYORÍA NO ENCUENTRA NADA SUFICIENTEMENTE BELLO. . .

NUNCA, NUNCA LA NATURALEZA ME PARECIÓ TAN EMOCIONANTE Y SENSITIVA.

EL PINTOR DEL FUTURO SERÁ UN COLORISTA, TAL COMO NO HA EXISTIDO NUNCA.

. . .LA VERDAD ES QUE SOLO PODEMOS HACER QUE SEAN NUESTROS CUADROS LOS QUE HABLEN . . .

TODOS LOS COLORES QUE EL IMPRESIONISMO HA PUESTO DE MODA SON CAMBIANTES, RAZÓN DE MÁS PARA EMPLEARLOS ATREVIDAMENTE Y MUY CRUDOS; EL TIEMPO LOS REBAJARÁ MÁS QUE SUFICIENTE.


INTRODUCCIÓN

Vincent van Gogh, pintor holandés, nació el 30 de marzo de 1853 y murió el 29 de julio de 1890. Fue el mayor de seis hijos del pastor Theodorus van Gogh y de su esposa Anna Carbentus.Vincent se convirtió en el propio narrador de su vida, a través de sus cartas, enviadas principalmente a su hermano Theo, cuatro años menor que Vincent, aún cuando existen cartas a su madre, a su hermana Wilhelmina, a otros pintores y amigos de su época.

Estas cartas han dado origen a diversos libros y películas sobre su vida. Una biografía de Vincent fue la escrita por Johanna Bonger, quien fue la esposa de Theo (en sus cartas, Vincent la refiere siempre como "Jo"). Jo escribió "Memorias" (Ref. Internet 2), en las que narra el árbol genealógico de Vincent, las impresiones que tiene de él, que se basan en las cartas principalmente, pues tan sólo se visitaron tres o cuatro veces durante los trece meses que pasaron desde que Jo se casó con Theo hasta que Vincent murió.

Los primeros años de vida de Vincent están narrados por su hermana Lies, quien como Elizabeth du Quesne-van Gogh escribió "Colección personal de Vincent van Gogh" en 1913 (Ref. Libros 21, Pág. 157).

Por otra parte, Irving Stone, autor de "La Agonía y el Éxtasis", escribió dos libros: "Anhelo de vivir. La vida de Vincent van Gogh" (en inglés "Lust for life". Ver Ref. Libro 8), donde presenta diversas escenas de la vida de Vincent, creando diálogos entre los diversos personajes que participan. De este libro se generó la película que en 1956 filmaron Kirk Douglas como Vincent y Anthony Quinn como Paul Gauguin. Anthony Quinn ganó un Óscar por su actuación en esta película.

Otro libro de Stone es "Dear Theo. The autobiography of Vincent van Gogh" (Ref. Libro 9) donde el autor utiliza las cartas de Vincent, las une con frases, para conformar una "autobiografía" escrita por Vincent. La recopilación más completa de las cartas a Theo, está en el libro denominado "The Complete letters of Vincent van Gogh", aunque existen otras versiones como son: el libro en alemán "The letters of van Gogh" (Ref. Internet 2), o "Vincent van Gogh: Cartas a Theo" (Ref. Libros 7), este último es la base del presente documento.

Como en este documento se utiliza como base las cartas a Theo, se incluye una T y el número de carta de acuerdo al catálogo existente de las mismas, el cual se usa en los libros que hacen referencia a frases de Vincent. Si en lugar de T aparece otra letra, se debe a que son cartas a sus hermanas Will (W) o Lies (L). Si no se menciona el número de carta, es porque en la referencia no se proporciona o no se presenta suficiente información para que pudiera encontrarse en algún otro libro.

Cuando en el documento se hace referencia a un dibujo o pintura, he procurado incluir los números de catálogo de J.B. de la Faille (F) y de catálogo de Jan Hulsker (JH), para que lo puedan buscar en la página de Internet "The Vincent van Gogh Gallery" (Ref. 1). Los números los encontré en la base de datos sobre cartas que se encuentra en la misma página de Internet ("Letters Database"), en caso de que diga "F Ninguno", se debe a que en el catálogo correspondiente no se encuentra clasificado el dibujo o la pintura.

El amor por el arte y la pintura de Vincent dio inició en 1869, al comenzar a trabajar como aprendiz de vendedor en la Galería de Arte Goupil y Co., en la sucursal de Holanda, en la cual su tío Vincent ("tío Cent") era socio. En 1873 Vincent fue transferido a la sucursal en Londres y en 1875 a París. Vincent fue separado en 1876 de su trabajo, a raíz de querer convencer a los clientes que los cuadros que él prefería eran los que deberían comprar, aún cuando no fueran los que ellos deseaban.

Desde su transferencia a Londres inició su interés por estudiar Religión, pero fue a partir de su dimisión en la galería cuando decidió seguir los pasos de su padre, participando como ministro Metodista en Londres. Durante parte de 1877 y 1878 realizó diversos estudios de religión en Amsterdam, para posteriormente comenzar sus estudios de misionero y evangelista en una escuela en Etten (Holanda), lugar de residencia de sus padres.

A partir de enero de 1879 lo enviaron como misionero al distrito minero del Borinage, Holanda, lugar que le comentó a Theo en alguna de sus cartas "De modo que el Borinage se encuentra al sur de Lesines, donde se hallan las canteras de piedra. Me agradaría mucho dirigirme allí como misionero; . . ." (Ref. Libros 7. Pág. 23, T126).

Permaneció poco tiempo en Borinage, de enero a julio de 1879, toda vez que el "Consejo de Sinodales de la Evangelización" decidió apartarlo de estas funciones, debido a que los recursos que recibía Vincent para la misión y para su subsistencia, los utilizaba para comprar medicinas, comida y ropa para las familias de los mineros, incluso decidió vivir en una cabaña y utilizar ropas similares a las de los mineros, convencido, según explica a Theo, de que para evangelizar a los mineros, debía de presentarse ante ellos como uno de ellos, tal vez basándose en la premisa de que "hay que aprender a leer, como debe aprenderse a ver y aprender a vivir" (Ref. Libros 7, Pág. 33, T133). Cuando los Consejeros llegaron a visitarlo en Borinage, lo encontraron semidesnudo, durmiendo en una cama de paja dentro de una cabaña, incluso enfermo.

Vincent consideraba que si no se adaptaba a la clase de vida de los mineros, nunca les transmitiría la religión, pensando que "No es muy difícil dar lecciones, pero lo es mucho más que aprendan" (Ref. Libros 13, Pág. 40). Cuando convivió con ellos compartió conocimientos y aprendizaje: "Acabo de recibir de un obrero a destajo lecciones que me parecen más útiles que el griego" (Ref. Libros 13, Pág. 66 ). En Borinage comenzó a realizar dibujos de los mineros, a quienes acompañó cuando iban de su casa a la mina, al interior de la mina, o de regreso con sus familias. Se puede decir que su decisión para ser pintor la tomó en Borinage, para dedicarse a esa actividad durante los últimos diez años de su vida.

Uno de los cuadros más importantes de la convivencia de Vincent con obreros, campesinos y mineros fue "Los comedores de papas" (1885). Este cuadro es tal vez el más conocido de lo que podría considerarse como la primera época de pintor de Vincent. Es una de las pinturas que hizo con colores oscuros, a diferencia de su época más prolífica y de mayor difusión, en la que destacan sus cuadros por su colorido y trazo.

Un cuadro "realizado en el estudio, a partir de una serie de retratos genéricos y detallados. . .", que ". . . para van Gogh fue la culminación para convertirse por si mismo en pintor . . ." (Ref. Libros 19, Pág. 150). "Aliento muchas esperanzas de que la pintura de esas personas comiendo patatas vaya a salir bien" (Ref. Libros 7, Pág. 138, T402). "En 'Los comedores de papas' . . . he tratado de enfatizar que esa gente que come papas a la luz de una lámpara, ha preparado la tierra con las mismas manos que ponen en sus platos, de todo lo que habla de una labor manual, y de como se han ganado honestamente su comida" (T404. F0078/ JH0734, F0082/ JH0764, F0737/ JH1661).

A Vincent le gustaba pintar principalmente retratos, según confiesa a su hermana Wil: "Lo que me causa mayor pasión -mucha más que el resto de mi trabajo- es el retrato, el retrato moderno" (Ref. Libros 19, Pág. 82), y a Theo: " . . . ¡Ah!, ¡el retrato, el retrato con el pensamiento, el alma del modelo, esto me parece de tal manera que debe venir!" (Ref. Libros 7, Pág. 271, T531). "¡Ah. . . . pintar rostros como Claude Monet pinta los paisajes!" (Ref. Libros 7, Pág. 360, T590).

Entre sus modelos destaca una prostituta, a quien conocía como Sien, a la que Vincent cobijó en su casa cuando se enteró que aún estando embarazada, ofrecía su cuerpo para sobrevivir. Vincent dibujó a Sien sentada, desnuda, dibujo que el propio Vincent tituló en inglés "Sorrow" (1882. F0929/ JH0129, F0929a/ JH0030). En relación con este dibujo, Vincent escribió a Theo: "Es la mejor figura que he dibujado a la fecha . . .". Al pie del dibujo, Vincent escribió una frase de Michelet "Cómo es posible que pueda haber en la tierra una mujer tan sola y abandonada" (Ref. Libros 21, Pág. 122. T186), y en la esquina inferior derecha la palabra "Sorrow". También realizó dibujos de la hija de Sien y de la cuna donde dormiría el pequeño hijo.

Vincent realizó retratos de mineros, campesinos y obreros; del Sr. Roulin, cartero de Arlés, y toda su familia, principalmente del hijo Armand Roulin, aunque pintó también a la esposa y a la hija menor; o realizó retratos de personajes que convivieron con él, como el Zuavo, la Mousmé, la Arlesiana, etc. Uno de los retratos más famosos de Vincent es el "Retrato del Dr. Gachet", que en 1990, 100 años después de la muerte de Vincent, se vendió en 82.5 millones de dólares (Ref. Artículos 17 y 20). De este cuadro se conocen dos versiones con pocas diferencias, que Vincent describió a Theo: "Trabajo en su retrato, la cabeza con un gorrito blanco, muy rubio, muy claro, las manos también con una encarnación clara, un frac azul y un fondo azul cobalto, apoyado sobre una mesa roja sobre la cual hay un libro amarillo y una planta de digital con flores púrpuras. . . El señor Gachet se ha vuelto un fanático de ese retrato y quiere que haga uno para él, si puedo, completamente igual, y yo estoy de acuerdo. . . Espero enviarte un retrato de él muy pronto." (Ref. Libros 7, Pág. 385, T638. F0753/ JH2007).

Cuando no tenía dinero para pagar modelos, aprovechó para pintar "alrededor de 43 autorretratos entre 1885 y 1889, donde. la diversidad de representaciones físicas así como de la estructura de la cara, muestra la apariencia de que los cuadros fueran de diferentes personas" (Ref. Libros 19, Pág. 15). Existen libros especializados en analizar los autorretratos de Vincent (Ver Libros 3 y 22). Vincent reconoce que ". . . no es un trabajo fácil pintarse a uno mismo" (Ref. Libros 3, Pág. 107, Carta a Will)

Otro tema que desarrolló Vincent fue el de flores (Ver Libro 2). Los cuadros más conocidos de este tema son los de Girasoles: "Estoy en vena de pintar . . . porque se trata de pintar los grandes girasoles . . . Tengo tres telas en preparación: 1) 3 grandes flores en un jarro verde, fondo claro, . . . 2) 3 flores, una flor en simiente y deshojada, y un botón sobre fondo azul real, . . . 3) doce flores y botones en un vaso amarillo . . . El último es, pues, claro sobre claro, y será el mejor, así lo espero,. . . " (Ref. Libros 7, Pág. 266, T526. F0453/ JH1559, F0459/ JH1560, F0456/ JH1561). El cuadro de Girasoles que a Vincent le parecía el mejor, se comercializó en 39.9 millones de dólares en 1987 (Ref. Artículos 17 y 20).

"Ahora estoy en el cuarto cuadro de girasoles. Este cuadro es un ramo de 14 flores y está sobre fondo amarillo, como una naturaleza muerta de membrillos y de limones que he hecho hace tiempo" (Ref. Libros 7, Pág. 267, T527. F0458/ JH1667 y Libros 2, Cuadros 4, 6, 27, 28 y 29). Hasta Paul Gauguin pintó un retrato de Vincent en el que éste a su vez está pintando un cuadro de girasoles (Ref. Libros 2, Cuadro 5 y Libros 3, Pág 134). En relación con el retrato, Gauguin escribió a Theo ". . . donde pinto a tu hermano, un tema de estudio: El pintor de girasoles." (Ref. Libros 3, Pág. 135). También pintó en 1890 un cuadro de "Lirios" (Ref. Libros 2, Cuadro 14. F0608/ JH1691), que se vendió en 1987 en 53.9 millones de dólares (Ref. Artículos 17 y 20). Vincent pintó otros cuadros con lirios (Ref. Libros 2, Cuadros 17, 22 y 31), así como de cerezos en flor, al estilo japonés que tanto admiraba.

Conforme se conoce más la vida de Vincent, se encuentra uno con un personaje que vivió plenamente, que satisfizo con creces su necesidad de pintar, aunque no tuvo la oportunidad de ver el fruto del éxito.

Vincent, siempre ha sido considerado como un loco, sin embargo, es el reflejo de la vida desordenada que vivió. Vincent comía poco, tomaba mucho licor de ajenjo, tenía arrebatos de ira, pero el único daño físico que causó fue a si mismo: primero cuando se cortó parte de la oreja y después cuando se dio un tiro que le causó la muerte.

Vincent gastaba todo lo que Theo le enviaba para comprar pinturas y telas, para satisfacer sus ideales de ser un gran pintor, "enfermedad" que finalmente lo llevó a la tumba. La muerte de Vincent afectó tanto a Theo que tuvo que ser internado en un hospital, donde murió en enero de 1891. Ambos hermanos están enterrados juntos en un cementerio de Auvers, con sus sepulturas cubiertas con hiedra. En la pared de las sepulturas hay una placa que indica: (Ref. Libros 21, Pág. 154):

"HIEDRA COMO UN SÍMBOLO DE AFECTO CONSTANTE UNE LAS SEPULTURAS DE VINCENT Y THEO, DOS HERMANOS QUE SE AMARON UNO AL OTRO CON TERNURA Y CARIÑO".

Vincent, fue un apasionado de la pintura, que deseaba un bello amanecer para poder ir a pintar, que se desesperaba en los días del crudo invierno. Vincent el pastor que cuidó a los mineros. Vincent el artista.

Para descubrir a Vincent, su vida y su obra, es conveniente utilizar y analizar sus propias frases, donde refleja sus sentimientos relacionadas con su vida, con la muerte, sobre el arte, o con el amor y la amistad.

Sus cartas describen los pintores que admiraba, incluso los cuadros que copiaba para aprender, los libros que leía y, principalmente, la descripción de los cuadros "en preparación" que le narraba, e incluso trazaba algún bosquejo, a su hermano Theo.

Vincent es el único que puede describir la vida y obra de Vincent van Gogh: "AÚN CUANDO NO FUERA NECESARIO FIRMAR LA PINTURA: RECONOCERÁN SEGURAMENTE MI TRABAJO EN EL FUTURO, Y ESCRIBIRÁN ACERCA DE MI CUANDO HAYA MUERTO Y ME HAYA IDO. ME ENCARGARÉ DE ESO, SI TODAVÍA PUEDO VIVIR UN POCO MÁS DE TIEMPO". (Ref. Internet 2. Fragmento de una carta a Kerssemakers).

Parece ser que el presagio de Vincent se ha cumplido. Cada día que pasa se puede encontrar más información, más publicaciones, que posiblemente no pueda uno nunca tener y, menos, leer. Hace tiempo "navegando" en Internet a través de una base de búsqueda de datos, encontré más de 450 mil referencias sobre Vincent, por supuesto no pude visitar todas las páginas.

Recientemente encontré una página de David Brooks (Ref. Internet 1) a través de la cual se puede accesar a ". . . más de 1,615 páginas y 1,610 figuras . . . La página actualmente contiene información acerca de todas las pinturas de van Gogh, pero sólo es la punta del iceberg" según explica el mismo Brooks. En esta página se puede obtener un archivo de texto donde Billy A. Garrison describe libros, artículos, películas y diversas referencias sobre Vincent, que incluye cerca de 200 páginas a tamaño carta del procesador de palabras, se puede encontar también el acceso al listado de todos los cuadros conocidos de Vincent.

La Bibliografía que hago referencia en el capítulo correspondiente, es solamente la que he podido integrar a mi biblioteca a lo largo de mi vida. Espero que mi interés por Vincent pueda transmitirse, tratando de cumplir con el presagio de Vincent mencionado.


 CAPÍTULO I

FRASES

 

SU VIDA

De modo que el Borinage se encuentra al sur de Lesines, donde se hallan las canteras de piedra. Me agradaría mucho dirigirme allí como misionero; . . . (Ref. Libros 7. Pág. 23, T126).

Alrededor de la mina están las viviendas miserables de los mineros, con algunos árboles muertos y completamente ahumados, hileras de arbustos, montones de basura y de cenizas, montañas de carbón inutilizable . . . Maris habría hecho un cuadro admirable (Ref. Libros 13, Pág. 62).

Pero hay que aprender a leer, como debe aprenderse a ver y aprender a vivir (Ref. Libros 7, Pág. 33, T133).

No es muy difícil dar lecciones, pero lo es mucho más que aprendan (Ref. Libros 13, Pág. 40).

Acabo de recibir de un obrero a destajo lecciones que me parecen más útiles que el griego (Ref. Libros 13, Pág. 66).

Pero al final de mis diez francos, las últimas noches tuve que pernoctar en pleno campo, una vez en un coche abandonado todo blanco de escarcha por la mañana, posada bastante mala; una vez un montón de leña, y una vez - y era un poco mejor - en una piedra de molino deteriorada, donde logré hacer un refugio algo más confortable; tan sólo una lluvia fina no aumentaba precisamente el bienestar (Ref. Libros 7, Pág. 42, T136).

Pues bien, fue en esta miseria donde vi renacer mi energía y me dije: pase lo que pase, lo superaré, volveré a coger el lápiz que tenía olvidado a causa de mi gran depresión y volveré a dibujar, y desde entonces parece que todo haya cambiado para mí, y ahora estoy en camino. . . En un cuadro quisiera decir algo tan consolador como la música (Ref. Libros 13, Pág. 67).

Me ha sucedido a menudo que voy errando por las calles, completamente solo, como un alma en pena, enfermo, víctima de la miseria y sin dinero, levanto la vista y envidio a los hombres que pueden permitirse el lujo de ir con estas mujeres y tengo la impresión de que estas pobres son mis hermanas por su situación social y su experiencia en la vida. Cuando era adolescente, había levantado a veces la vista, con simpatía infinita, con respeto, hacia un rostro de mujer medio marchito donde se podía leer: la vida me ha maltratado (Ref. Libros 13, Pág. 91).

Cuando a poco cayó el crepúsculo, represéntate el silencio, la paz de ese instante. Represéntate en ese momento una pequeña avenida de altos álamos con sus hojas de otoño, represéntate un largo camino de lodo, enteramente de lodo negro, con la floresta infinita a la derecha y a la izquierda la floresta infinita, las negras siluetas triangulares de algunas chozas en recuadros de hierba, a través de cuyas ventanas lucía la roja claridad del fuego - algunos pantanos de un agua amarillenta y sucia que reflejan el cielo y en los cuales se pudren los trozos de turba; represéntate este montón de lodo, la tarde crepuscular con un cielo blancuzco arriba, y todo, por consiguiente, negro sobre blanco. Y entre ese montón de lodo, un personaje hirsuto, el pastor, un tropel de cosas en forma de huevo, medio de lana, medio de barro, que se empujan en masa, se aprietan - el rebaño.

Tú lo ves llegar - te quedas en medio -, te vuelves y lo sigues. Avanza difícilmente y de mala gana sobre el camino enlodado. Pero surgen en la lejanía la granja, algunos techos de musgo y pilas de paja y de turba entre los álamos.

La pastora también es una silueta casi triangular, toda oscura. La puerta está completamente abierta. Detrás, por los intersticios de las tablas, luce la claridad del cielo.

Toda la caravana de lana y lodo desaparece en masa en esta caverna; una vez en su interior, el pastor y una mujer que lleva un farol cierran la puerta herméticamente.

El regreso del rebaño en el crepúsculo es el final de la sinfonía que he oído ayer (Ref. Libros 7, Págs. 112 y 113, T340).

Tú no has vendido jamás nada mío, ni poco ni bien, y en realidad, no lo has intentado todavía (Ref. Libros 7, Pág. 117, T358).

Posiblemente en el futuro, mi nombre aparecerá en los catálogos como firmo los cuadros: Vincent, por la sencilla razón de que no saben como pronunciar mi nombre aqui (Ref. Libros 3, Pág. 142, T)

Me repito que tú no has recibido nada todavía de mi trabajo y que he gastado ya tanto dinero (Ref. Libros 7, Pág. 213, T483).

Si pusieras de lado lo que hay de mejor en el envío y si consideraras estos cuadros como un pago de mi parte en deducción de lo que te debo.

Entonces el día en que yo hubiera aportado algo así como diez mil francos de esta manera, me sentiría más tranquilo (Ref. Libros 7, Pág. 213, T487).

A mí eso sólo me ha costado arruinarme los huesos y trastornarme el cerebro por vivir como yo debería y podría; es decir, como filántropo (Ref. Libros 7, Pág. 244, T513).

Si lo que uno hace se abre al infinito, si se comprende la razón de ser del trabajo y su condición más allá, se trabaja serenamente. Desde luego que esto tu lo posees con doble razón (Ref. Libros 7, Pág. 276, T539).

Pero cuando aquí hay mistral, el país suave cambia totalmente de cara, porque el mistral es irritante. ¡Pero qué desquite, qué desquite, cuando hay un día sin viento!. . .¡Qué intensidad de colores, qué aire puro, qué vibración serena! (Ref. Libros 7, Pág. 279, T539).

Pero ¿qué quieres?, desgraciadamente todo anda complicado de varios modos; mis cuadros no tiene valor, pero me cuestan, es cierto, gastos extraordinarios, quizás a veces hasta en sangre y cerebro. No insisto y ¿qué quieres que te diga? (Ref. Libros 7, Pág. 323, T571).

El mismo Gauguin, ¿pretende que ha hecho allá maniobras magistrales?. Escucha: no insisto más sobre lo absurdo de esta diligencia; supongamos que yo estuviera todo lo extraviado que quieran ¿por qué entonces el ilustre compañero no estuvo más atento? (Ref. Libros 7, Pág. 325, T571).

No juzgo a las personas en su interior, esperando no ser condenado yo mismo en caso de que las fuerzas me faltaran; pero si Gauguin tiene tanta virtud real y tanta capacidad de beneficencia ¿cómo las va a emplear?.

Yo ya renuncio a saber seguir estos actos y me detengo silenciosamente; con un punto de interrogación, sin embargo.

Él y yo, de vez en cuando, hemos vivido cambiando ideas sobre el arte francés, sobre el impresionismo. . .

Me parece ahora imposible, o por lo menos bastante improbable, que el impresionismo se organice y se calme (Ref. Libros 7, Pág. 330, T571).

Y disecando ahora con todo atrevimiento, nada nos impide ver en él al tigrecito bonaparte del impresionismo, en tanto que, no se bien decir esto, su eclipse, digamos, de Arlés, sea comparable o paralelo a la vuelta de Egipto del pequeño cabo antes mencionado, el cual también se volvió después a París y siempre abandonaba los ejércitos en el desastre (Ref. Libros 7, Pág. 331, T571).

Y aunque hoy todo mundo tenga miedo de mi, con el tiempo eso puede desaparecer (Ref. Libros 7, Pág. 333, T573).

. . . ¿No somos también un poco bastante profundamente artistas para contrarrestar las inquietudes a este respecto por lo que decimos del pintor?

Todo el mundo tendrá quizás un día de neurosis, histeria, baile de San Vito u otra cosa (Ref. Libros 7, Pág. 337, T575).

Cuando salí con el bueno de Roulin del hospital, me figuraba que no había tenido nada; solamente después he tenido la sensación de que he estado enfermo. ¿Qué quieres?; tengo momentos en que vivo arrebatado por el entusiasmo, o la locura, o la profecía, como un oráculo griego en su trípode.

Tengo entonces una gran presencia de ánimo en palabras y hablo como las arlesianas; pero me siento débil con todo esto. . .

Debo decir esto: que los vecinos, etc., son de una bondad particular conmigo; todo el mundo sufre aquí, sea de fiebre, sea de alucinación o de locura, se entienden como personas de la misma familia. Ayer, fui a ver otra vez a la muchacha de la casa donde me metí en mi extravío, se me dijo allá que cosas como éstas, aquí en el país, no tienen nada de asombroso. . .

Pero en cuanto a considerarme completamente sano no hay que hacerlo. La gente de la región que está enferma como yo, me dice la verdad. Se puede vivir, viejo o joven: pero siempre tendrán momentos en que se pierde la cabeza. Yo no puedo decirte, pues, que digas que no tengo nada o que no tenía nada (Ref. Libros 7, Pág. 338, T576).

¿Qué quieres? Sufrir, sin quejarse, es la única lección que hay que aprender en esta vida (Ref. Libros 7, Pág. 343, T579).

Toma tu resolución como hombre y no pierdas de vista tu objetivo. Nosotros, artistas en la sociedad actual, no somos más que cántaros quebrados (Ref. Libros 7, Pág. 344, T580).

Tendría miedo de perder la facultad de trabajar, que retorna ahora, forzándome, y cargando además con todas las otras responsabilidades encima, de tener un taller (Ref. Libros 7, Pág. 351, T585).

Recomenzar esta vida de pintor como hasta ahora, aislado luego en el taller y sin más recurso para distraerse que ir a un café o a un restaurante, con toda la crítica de los vecinos, yo no puedo; ir a vivir con otra persona, aunque fuera otro artista -difícil, muy difícil-, es tomar sobre sí la responsabilidad demasiado grande. No me atrevo ni siquiera a pensarlo.

En fin, comencemos por 3 meses, después veremos . . .

. . .Ahora ya comprenderás que si mi locura ha venido evidentemente por culpa del alcohol, habrá sido muy poco a poco y también se irá muy poco a poco, en caso de que se vaya, por supuesto. O si vino de fumar, pues lo mismo. Eso es lo único que deseo -la curación- sin la asombrosa superstición de ciertas personas respecto del alcohol, de manera que ellas mismas se privan de beber y fumar (Ref. Libros 7, Pág. 352, T585).

En cuanto a mi, ya comprenderás muy bien que no habría escogido precisamente la locura si hubiera tenido que elegir, pero cuando a uno le cae una carga semejante, ya no pesca nada más. Al menos, quizás me quede también el consuelo de continuar trabajando un poco la pintura (Ref. Libros 7, Pág. 353, T585).

Un firme apretón de manos; no sé si escribiré muy, muy seguido, porque todos mis días no son lo bastante lúcidos como para escribirte con un poco de lógica (Ref. Libros 7, Pág. 354, T585).

¡Ah! Mi querido Theo, ¡si vieras los olivos en esta época!. El follaje de plata vieja y plata verdeante contra el azul. Y la tierra labrada, de un tono anaranjado. Es algo muy distinto de lo que se piensa en el Norte (Ref. Libros 7, Pág. 356, T587).

Ha sido luchar contra fuerzas mayores; o más bien ha sido debilidad de carácter por mi parte, porque me quedan remordimientos graves, difíciles de definir. Yo creo que esto ha sido la causa de que haya gritado tanto en las crisis; que yo quería defenderme y ya no podía más (Ref. Libros 7, Pág. 356, T589).

Pero el dinero que cuesta la pintura, es algo que me aplasta bajo una sensación de deuda y de cobardía; y convendría que cesara tan pronto como fuera posible (Ref. Libros 7, Pág. 358, T589).

¿Recuerdas cuántas veces hablamos acerca de lo mismo, de la necesidad de producir mucho? (Ref. Libros 3, Pág. 173)

Yo estaré allá afuera - estoy seguro que el anhelo de trabajar me devorará y me dejará insensible a todo lo demás y de buen humor.

Y me relajaré, no sin reflexión; pero sin apesadumbrarme con el lamento de las cosas que hubieran podido ser (Ref. Libros 7, Pág. 383, T631).

 

ARTE

. . . encuentra bello todo lo que puedas; la mayoría no encuentra nada suficientemente bello . . . (Ref. Libros 7, Pág. 8, T13).

Cuántas bellezas en el arte, con tal de poder retener lo que se ha visto. No se está nunca entonces sin trabajo ni verdaderamente solitario, jamás solo (Ref. Libros 7, Pág. 24, T126).

No conozco mejor definición de la palabra arte que esta: "El arte es el hombre agregado a la naturaleza", la naturaleza, la realidad, la verdad, pero con un significado, con una concepción, con un carácter, que el artista hace resaltar, y a los cuales da expresión que redime, que desenreda, libera, ilumina (Ref. Libros 7, Pág. 27, T130).

Nosotros estamos naturalmente de acuerdo, según veo, sobre el negro de la naturaleza. El negro absoluto no existe, a decir verdad. El negro, como el blanco, existe en casi todos los colores y forma la infinita variación del gris, diferente de tono y de vigor. Y tanto que en la naturaleza no se ve, a decir verdad, otra cosa que esos tonos e intensidades.

Los colores fundamentales no son más que tres: rojo, amarillo, azul. El anaranjado, el verde y el violeta son colores "compuestos".

Por la unión del negro y de un poco de blanco, se producen las variaciones infinitas del gris (Ref. Libros 7, Pág. 71 y 72, T224).

Hay en la pintura algo de infinito - no puedo explicártelo así sin más -, pero es algo tan admirable para la expresión de una atmósfera. Hay en los colores muchas cosas ocultas de armonía y de contraste que colaboran solas y de las cuales no se puede sacar partido sin esto (Ref. Libros 7, Pág. 76, T226).

Si - ya lo ves, están brotando y están sólidamente arraigados. En cierto sentido, estoy muy contento de no haber "aprendido" a pintar. Quizás hubiera "aprendido" a dejar pasar inadvertidos efectos de esta clase, en cambio ahora digo: no; es precisamente esto lo que debo lograr, y si esto no es posible, y aunque fuera posible quiero ensayarlo, aunque no sepa cómo es menester hacerlo. Yo mismo no sé cómo lo pinto, acabo de sentarme con un cuadro blanco delante del sitio que me impresiona, observo lo que tengo delante de los ojos y me digo: este cuadro debe volverse algo - y me vuelvo descontento -, lo echo a un lado y después de haber reposado lo miro con cierta angustia - y sigo descontento porque tengo demasiado en el espíritu esta maravillosa naturaleza para que pueda estar contento -, pero, a pesar de eso, veo en mi obra un eco de lo que me ha impresionado, veo que la naturaleza me ha contado algo, me ha hablado, y que yo no lo he anotado en estenografía (Ref. Libros 7, Pág. 81 y 82, T228).

Hacer estudios, según pienso, es sembrar, es hacer cuadros es recolectar.

Creo que se piensa más sanamente cuando las ideas surgen del contacto directo con las cosas que cuando se miran con el fin de encontrar tal o cual idea.

Igual ocurre con la cuestión del colorido. Hay colores que contrastan armoniosamente entre ellos, pero yo me esfuerzo en hacerlo como lo veo, antes de ponerme a trabajar para lograrlo como yo lo siento. Y sin embargo el sentimiento es una cosa, sin la cual no se podría ejecutar nada (Ref. Libros 7, Pág. 85, T233).

Porque las grandes cosas no se hacen por un impulso solamente, sino que son el encadenamiento de muchas pequeñas cosas reunidas en una sola.

¿Qué es dibujar? ¿Cómo se llega? Es la acción de abrirse paso a través de una pared de hierro invisible, que parece encontrarse entre lo que se siente y lo que se puede (Ref. Libros 7, Pág. 88, T237).

Pero hay que añadir que no es fácil encontrar en el verano un efecto de sol que sea tan rico, tan simple y tan agradable de observar como los efectos característicos de las otras estaciones.

La primavera tiene el nuevo trigo verde tierno y los manzanos rosas en flor.

El otoño tiene el contraste de las hojas amarillas con los tonos violetas.

El invierno tiene la nieve y los menudos personajes negros.

Así, pues, si el estío tiene la oposición de los azules con un elemento anaranjado en el bronce dorado de los trigos, se podría hacer justamente de este modo un cuadro que exprese muy bien el aire de las estaciones, con todos los contrastes de los colores complementarios (rojo y verde, azul y anaranjado, amarillo y violeta, blanco y negro) (Ref. Libros 7, Págs. 123 y 124, T372).

El molino ya no está, pero el viento sigue todavía (Ref. Libros 7, Pág. 126, T379).

Si hago más tarde algo más bello, no trabajaré en todo caso de distinto modo que ahora; quiero decir que será la misma manzana, pero que estará más dura; no cambiaré ni siquiera lo que he pensado desde el principio. Y ésta es la razón por la cual me digo: si no valgo nada ahora, no valdré más después; pero si valgo algo más tarde, es que valgo también ahora (Ref. Libros 7, Pág. 130, T393).

Si se combinan dos de los colores primarios, el amarillo y el rojo, por ejemplo, para componer un color binario, el anaranjado, este color binario alcanzará su máximo de brillantez cuanto más se aproxime al tercer color primario no empleado en la mezcla. De igual modo, si se combina el rojo y el azul para producir violeta, este color binario, el violeta, resaltará por la vecindad inmediata del rojo. Se llama con razón complementario, a cada uno de los tres colores primitivos, por relación al color binario que le corresponde. Así el azul es complementario del anaranjado, el amarillo es complementario del violeta, y el rojo complementario del verde. Recíprocamente, cada uno de los colores compuestos es complementario del color primitivo no empleado en la mezcla. Esta exaltación recíproca es lo que se llama la ley del contraste simultáneo.

Y por un fenómeno singular, estos mismos colores que se exaltan por yuxtaposición, se destruirán por su mezcla (Ref. Libros 7, Pág. 136, T401).

No; el negro y el blanco tienen su razón de ser y su significación, y aquellos que los quieren escamotear, no lo logran (Ref. Libros 7, Pág. 154, T428).

Colores que realmente pueden conversar entre ellos (Ref. Libros 7, Pág. 159, T429).

Sin embargo, prefiero pintar los ojos de los hombres a las catedrales, porque en los ojos hay algo que no hay en las catedrales, aunque sean majestuosas y se impongan; el alma de un hombre, aunque sea un pobre vagabundo o una muchacha de la calle, me parece más interesante (Ref. Libros 7, Pág. 177, T441).

Todos los colores que el impresionismo ha puesto de moda son cambiantes, razón de más para emplearlos atrevidamente y muy crudos; el tiempo los rebajará más que suficiente (Ref. Libros 7, Pág. 204, T476).

Porque el pintor del porvenir es un colorista como no lo ha habido todavía (Ref. Libros 7, Pág. 211, T482).

Los días que traigo un estudio, me digo: si fuera así todos los días, esto podría marchar; pero los días que uno vuelve con las manos vacías y que se come y duerme y por lo tanto se gasta, no se está contento de sí y se siente uno un loco, un infame, o un viejo pellejo (Ref. Libros 7, Pág. 227, T498).

. . . pero me dirás que la naturaleza es bella en todas partes, si se penetra en ella bastante profundamente . . . (Ref. Libros 7, Pág. 254, T519).

Y en un cuadro, yo quisiera decir algo consolador como una música. Quisiera pintar a los hombres o a las mujeres con no se qué de eterno, de lo que en otro tiempo el nimbo era el símbolo, y que nosotros buscamos por el centelleo mismo, por la vibración de nuestros coloridos . . .

. . . ¡Ah!, ¡el retrato, el retrato con el pensamiento, el alma del modelo, esto me parece de tal manera que debe venir! (Ref. Libros 7, Pág. 271, T531).

¡Ah!. . . ¡si todos los artistas tuvieran con qué vivir, con qué trabajar!. . . pero como esto no es posible, quiero producir mucho y con encarnizamiento. Y llegará tal vez el día en que podremos agrandar los negocios y ser más influyentes para los otros (Ref. Libros 7, Pág. 284, T542).

Pero esta brizna de hierba lo lleva a dibujar todas las plantas, luego las estaciones, los grandes aspectos del paisaje, en fin, los animales, después la figura humana. Pasa así su vida, y la vida es muy corta para hacerlo todo (Ref. Libros 7, Pág. 287, T542).

Cuando la cosa representada, en tanto que estilo, es una y está perfectamente representada; ¿no reside en eso la permanencia de algo de arte? (Ref. Libros 7, Pág. 369, T594).

Pues bien, la verdad es que sólo podemos hacer que sean nuestros cuadros los que hablen (Ref. Libros 7, Pág. 390, T652).

Lo que me causa mayor pasión -mucha más que el resto de mi trabajo- es el retrato, el retrato moderno (Carta a su hermana Wil) (Ref. Libros 19, Pág. 82).

 

MUERTE

Es una escena triste y profundamente melancólica y que debe impresionar a todos los que saben y sienten que un día también deberemos pasar por lo que se llama la muerte, y "que el fin de la vida humana son las lágrimas o los cabellos blancos". Lo que hay más allá es un gran misterio que Dios solamente conoce, que nos ha revelado de un modo irrefutable en Su palabra, que hay una resurrección de los muertos (Ref. Libros 7. Pág. 21, T126).

Somos peregrinos, nuestra vida es una larga caminata entre la tierra y el cielo. . . Sólo pasamos a través de la tierra, sólo pasamos a través de la vida, somos extranjeros y peregrinos en la tierra.

Hay tristeza a la hora de la muerte, pero hay una alegría inexplicable cuando es la hora de la muerte de alguien que tuvo una gran lucha. (Ref. Libros 21, Pág. 154, T26).

Mi querido hermano, la idea musulmana de que la muerte no llega más que cuando debe llegar - considerémoslo, sin embargo -, a mi me parece que no tenemos ninguna prueba de que en este sentido lo dispongan desde arriba (Ref. Libros 7, Pág. 219, T492).

Sabes bien que preferiría abandonar mi pintura que ver que te estás matando para ganar dinero. Cierto que es necesario; pero ¿estamos en el trance que haya que irlo a buscar tan lejos? Ves muy bien que "prepararse para la muerte", idea cristiana (- felizmente para él, el mismo Cristo no participaba de ella, me parece - él, que amaba a la gente y a las cosas de aquí abajo más de lo razonable, según las gentes que no veían en él más que un loco) si ves tan bien que prepararse para la muerte es una cosa que se puede dejar por lo que ella es, no ves que igualmente la devoción, vivir para los otros, es un error si se complica con el suicidio, ya que en este caso verdaderamente de transforma en asesinos a los amigos (Ref. Libros 7, Pág. 220, T492).

 

AMOR Y AMISTAD

El camino es estrecho, la puerta es estrecha y pocos la encuentran (Ref. Libros 7, Pág. 45, T136).

Si alguna vez te sucede, Theo, que te enamoras, quisiera que te pasara porque, créeme, las "pequeñas miserias" tienen también su valor. A veces se vive desolado, hay momentos en los cuales uno se creería en el infierno, pero hay aún otra cosa mejor. Existen tres grados:

1.º no amar y no ser amado;

2º amar y no ser amado (éste es mi caso):

3º amar y ser amado.

En cuanto a mí, creo que el segundo grado vale más que el primero; pero el tercero. . . ¡es el summum! (Ref. Libros 7, Pág. 53, T153).

El amor, en efecto, es algo positivo, algo fuerte, algo a tal punto real, que es tan imposible para el que ama arrancar este sentimiento como atentar contra su propia vida (Ref. Libros 7, Pág. 54, T154).

Hay una frase, sin embargo, y tú la conoces: "¡Es necesario haber amado, después perder el amor, y luego volver a amar todavía!" (Ref. Libros 7, Pág. 56, T154).

Pero precisamente porque el amor es tan fuerte, nosotros en cambio no somos generalmente lo bastante fuertes en nuestra juventud (quiero decir, 17, 18, 20 años) como para poder mantener derecho nuestro timón. Ya ves, las pasiones son las velas del pequeño barco (Refs. Libros 7, Pág. 58, y Libros 21, Pág 38, T157).

Si sigues amando sinceramente lo que verdaderamente es digno de amor, y no el amor en cosas insignificantes y vacías, vas a obtener, poco a poco, más luz y será cada vez más fuerte (Ref. Libros 13, Pág. 54, T121).

A veces uno se siente solo y desea tener amigos, pero uno se equivoca. . . (Ref. Libros 13, Pág. 38).

Tú sabes que para hacer desaparecer esta prisión se necesita afecto profundo y serio. Entre hermanos, entre amigos, quererse es lo que abre la prisión, por poder soberano, por encantamiento poderoso. Pero el que no tiene esto se queda encerrado hasta la muerte (Ref. Libros 13, Pág. 71).

Quien ama vive, quien vive trabaja, quien trabaja tiene comida (Ref. Libros 13, Pág. 80).

Richepín dijo alguna vez: el amor al arte hace perder el amor verdadero (Ref. Libros 7, Pág. 190, T462).

Lo posible pasional significa poco para mi; en tanto que sin embargo queda, me atrevo a creer, la potencia de sentirse ligado a los otros seres humanos con los cuales hay que vivir (Ref. Libros 7, Pág. 359, T590).

Bueno ¿sabes lo que espero cada vez que me pongo a tener esperanzas?, que la familia sea para ti lo que es para mi la naturaleza, los montones de tierra, la hierba, el trigo amarillo, el aldeano, es decir que encuentres en tu amor por la gente, no solamente de qué trabajar sino de qué consolarte y rehacerte cuando haya necesidad (Ref. Libros 7, Pág. 379, T624).


CAPÍTULO II

PINTORES

Un cuadro de Mauve o de Maris o de Israels dice más y habla más claramente que la misma naturaleza (Ref. Libros 7, Pág. 27, T130).

. . . después, en la vieja iglesia, en un rincón oscuro, una copia de El descenso al sepulcro del Ticiano, que en la oscuridad me ha parecido muy hermosa y de un tono magistral. ¿Era suya? No lo sé, pues no pude descubrir ninguna firma (Ref. Libros 7, Pág. 40, 41, T136).

Tiene algún parentesco con el que Alberto Durero expresó en su Melancolía, con el que en nuestros días James Tissot y T. Maris (por más diferentes que estos dos sean entre ellos) tienen también (Ref. Libros 7, Pág. 44, T136).

El dibujo es una lucha ruda y ardua. He ido a casa del señor Van Rappard, . . . (Ref. Libros 7, Pág. 46, T138).

Me agrada mucho el paisaje, pero aun diez veces más estos estudios de costumbres, a veces de impresionante verdad, tales como los que Gavarni, Henri Monnier, Daumier, de Lemud, Henri Pille, Th. Schuler, Ed. Morín, G. Doré (por ej.: en su Londres), A. Lançon, De Groux, Félicien Rops, etcétera.. han dibujado magistralmente (Ref. Libros 7, Pág. 47, T140).

Es una cosa tal que Emile Bretón la pintaría (Ref. Libros 7, Pág. 75, T225).

Era un estilo muy De Groux, un efecto por ejemplo como ése del croquis La Partida del Conscripto que estaba antes en el Palacio Ducal (Ref. Libros 7, Pág. 80, T228).

. . . un gran grabado en madera sacado de un cuadro de Roll, Una huelga de carboneros (Ref. Libros 7, Pág. 88, T238).

. . . la Iglesia de Gréville del cuadrito de Millet (Ref. Libros 7, Pág. 112, T340).

En cuanto a mí, no puedo estar de acuerdo con Zola cuando concluye como si Manet fuera un hombre que abre, en suma, un nuevo porvenir a las concepciones modernas en el arte. Para mí, no es Manet, es Millet el pintor esencialmente moderno, gracias a quien el horizonte se ha abierto para muchos (Ref. Libros 7, Pág. 115, T355).

La barricada de Delacroix (Ref. Libros 7, Pág. 124, T379).

Muy a menudo pienso en Renoir y en su dibujo puro y limpio (Ref. Libros 7, Pág. 209, T481).

En el retrato de Delacroix, es un señor de barba y cabellos rojos que tiene algo de parecido contigo . . . (Ref. Libros 7, Pág. 314, T564).

Tú conoces el extraño y soberbio retrato de hombre por Rembrandt, . . . no sé por qué llamo siempre a ese retrato "Viajero" o "El hombre que viene de lejos" . . . (Ref. Libros 7, Pág. 315, T564).

Es verdad, el valor está progresando precisamente por los impresionistas, hasta cuando se extravían; pero Delacroix ha sido ya más completo que ellos.

Y en verdad Millet, que no tiene casi color . . . ¡qué obra la suya! . . .

¡Ah. . . pintar rostros como Claude Monet pinta los paisajes! (Ref. Libros 7, Págs. 359 y 360, T590).


CAPÍTULO III

CUADROS

 

Cuesmes. Agosto 1880.

Si no me equivoco, tú aún tienes Los trabajos de los campos de Millet.

¿Quieres tener la bondad de prestármelos por cierto tiempo y de enviármelos por correo?

Debes saber que estoy esbozando grandes dibujos según Millet y que dibujo Las horas de la jornada y también El sembrador (Ref. Libros 7, Pág. 39, T134. "El sembrador": F0830/ JH0001. Dibujo. En el archivo de "Letters Database" de la página de Internet vggallery.com, no se hace referencia a estos dibujos en la carta T134).

 

Etten. Abril - Diciembre 1881.

De ese modo he hecho, entre otros, una cabaña en el bosque, y también esta granja con techo de cañas sobre el sendero de Roosendael y que llaman aquí la granja protestante (Cabañas cerca de Nuenen, mayo de 1881. Ref. Libros 7, Pág. 48, T145. F0842/ JH0005. Dibujo.).

He traído de la Haya varios conté de madera (y lápices de color) y los uso mucho para trabajar.

Empiezo igualmente a trabajar al pincel y al esfumino, con un poco de sepia o de tinta china, y de vez en cuando con un poco de color (Ref. Libros 7, Pág. 50, T150).

"En la mina del carbón", croquis de una pobre casucha de un comerciante de carbón (Ref. Libros 13, Pág. 56, T?).

 

La Haya. Enero 1882 - Septiembre 1883.

Theo, decididamente yo no soy un paisajista; si hago paisajes habrá siempre dentro de ellos vestigios de figuras (Ref. Libros 7, Pág. 61, T184).

El pequeño dibujo que te adjunto es un trozo sacado de un gran estudio que tiene una expresión más sombría (La gran dama. Ref. Libros 7, Pág. 63, T185. F Ninguno/ JH0128. Dibujo incluido en la carta.).

Con el carbón mojado en agua se pueden hacer cosas notables, lo he podido ver en casa de Weissenbruch, el aceite sirve de fijador y el negro se vuelve más cálido y más profundo. Pero es preferible que lo pruebe dentro de un año, mejor que ahora. Esto es lo que me digo, `porque no quiero que la belleza sea debida a mi material, sino a mi mismo (Ref. Libros 7, Pág. 66, T202).

Nada de taller místico o misterioso, sino un taller que arroja sus raíces en pleno en la vida misma. Un taller con una cuna y una silla de niño. Donde no hay estancamiento, y donde todo incita, impulsa y estimula a la actividad (Ref. Libros 7, Pág. 68, T212).

Hoy he hecho un estudio de la cuna del niño con algunos toques de color F0943/ JH0155.

Trabajo además en un dibujo igual al de los prados que te he enviado recientemente.

Mis manos se han vuelto demasiado blancas para mi gusto ¿pero qué puedo hacer? (Ref. Libros 7, Pág. 68, T218).

Quiero decirte simplemente que he pintado tres estudios. Uno de la hilera de sauces llorones en la pradera (detrás de la Geestbrug), después, un estudio del ceniciento sendero que pasa cerca de mi casa, y hoy he estado en las huertas de Laan van Meerdervoort y he encontrado un campo de patatas con un arroyo. Un viejo con una blusa azul y una mujercita estaban recogiendo las patatas y he agregado estas figuras (Ref. Libros 7, Pág. 73, T224. Sauces: F Ninguno/ JH0177. Sendero: no he encontrado la referencia. Campo de patatas F Ninguno/ JH0175)

Pero sólo se trataba de una cuestión de color y de tono, el matiz de la gama de los colores del cielo, al principio una bruma lila en la cual el sol rojo está cubierto a medias de un matiz violeta oscuro con un borde pequeño y sutil de un rojo resplandeciente; cerca del sol, reflejos de bermellón, pero más arriba una franja amarilla que se vuelve roja y azulosa por encima, el llamado cerulean blue, y después aquí y allá, nubecillas lilas y grises que toman los reflejos del sol.

El suelo estaba como tapizado de verde-gris-moreno, pero lleno de matices y de hormigueo - y en ese suelo coloreado brilla el agua del arroyo (Ref. Libros 7, Pág. 75, T225. Puesta del sol en la pradera: F Ninguno/ JH0177).

He pintado también un gran trozo de duna empastada y generosamente pintada.

De estos dos, de la pequeña marina y del campo de patatas, . . . (Ref. Libros 7, Pág. 75, T225. Dunas: F0002a/ JH0176. Marina: F0002/ JH0173, F Ninguno/ JH0174).

Hay otro, además, con una pequeña figura, una madre con un niño a la sombra de un gran árbol, en medio de una armonía de tonos sobre una duna iluminada por el sol del estío. Es de un efecto casi italiano (Ref. Libros 7, Pág. 75, T225. F0007/ JH0178. Según la "Letters Database" este cuadro se menciona en la carta T227 y no en la T225).

Aquel que a mi criterio es el mejor logrado no es otro que un retazo de tierra removida, de arena blanca, negra y morena después de una lluvia torrencial. Aunque los montones de tierra cogen fuego de aquí y de allá y hablan mejor (Ref. Libros 7, Pág. 76, T227. Debe ser F0007/ JH0178).

El otro estudio del bosque tiene como tema grandes troncos de hayas verdes sobre un fondo de arbustos secos y una pequeña figura de muchacha vestida de blanco (Ref. Libros 7, Pág. 77, T227. F0008/ JH0182).

Esta semana he pintado algo que creo te dará la impresión de Scheveningue como nosotros lo veíamos cuando nos paseábamos. Un gran estudio de arena, mar y cielo - un gran cielo de gris fino y de blanco cálido, donde se transparenta una sola manchita de tierno azul - . . . (Ref. Libros 7, Pág. 78, T228. F Ninguno/ JH0227).

Te describo la naturaleza, y yo mismo no sé hasta que punto he podido reproducirla en mi croquis, pero sé muy bien cuanto me ha impresionado la armonía de verde, rojo, negro, amarillo, azul, pardo, gris. (Ref. Libros 7, Pág. 80, T228. F Ninguno/ JH0227).

. . . estoy ocupado en la gran acuarela del banco. Cómo me gustaría conseguirla, pero la gran cuestión es conservar el dibujo por una gran profundidad del tono, y la claridad es enormemente difícil (Ref. Libros 7, Pág. 82, T230. F0952/ JH0194, F Ninguno/ JH0195, F Ninguno/ JH0196, F0951/ JH0197).

En fin, un efecto como el croquis de los mineros que adjunto.

Para completar las estaciones, te envío también un pequeño croquis de la primavera y uno del otoño, que se me han ocurrido mientras hacía el primero (Ref. Libros 7, Pág. 86, T236, F1202/ JH0229, F1245/ JH0230).

He pintado otra vez un estudio sobre la playa. Hay algunos diques de mar, o muelles - canales, escolleras -, y los hay excelentes, hechos de piedra carcomidas por el tiempo y de ramas entrelazadas (Ref. Libros 7, Pág. 98, T317. En la "Letters Database" no se hace referencia a ningún cuadro con esta carta).

 

Drenthe. Septiembre - Noviembre de 1883.

Estoy ocupado en otro estudio de un sol rojo entre abedules que se alzan en una pradera pantanosa, de la que se elevan los blancos vapores de la tarde, mientras que arriba se ve aún una línea de horizontes de un azul grisáceo, formado por macizos de árboles y algunos techos (Ref. Libros 7, Pág. 102, T325, podría ser F Ninguno/ JH0396 "Cemetery" según "Letters Database").

Ayer he dibujado algunos troncos de encinas podridos, llamados troncos de turba (son encinas que han quedado enterradas quizás un siglo bajo la turba, y que a su vez han formado una nueva capa de turba; cuando se cava se descubren estos troncos de turba) (Ref. Libros 7, Pág. 104, T331, F1095/ JH0406).

 

Neunen. Diciembre 1883 - Noviembre de 1885.

He pintado la pequeña iglesia y nuevamente un tejedor (Ref. Libros 7, Pág. 117, T358, Iglesia: F0034/ JH0459, Tejedor: F1118/ JH0452, F1121/ JH0453, F1122/ JH0454, F1123/ JH0455).

Y sin embargo, ni para el cementerio, ni para las chozas he pensado en Michel; he pensado en el objeto que tenía delante de mis ojos (Ref. Libros 7, Pág. 118, T358).

Aliento muchas esperanzas de que la pintura de esas personas comiendo patatas vaya a salir bien. Fuera de esto, trabajo además en una puesta de sol roja (Ref. Libros 7, Pág. 138, T404, Comedores de papas: F0078/ JH0734, F0082/ JH0764, F0737/ JH1862. Puesta de sol: No se hace referencia en la "Letters Database").

Cementerio de aldeanos (Ref. Libros 7, Pág. 144, T411, F0084/ JH0772).

Un gran molino en la floresta, por la tarde, y una vista del lugar detrás de una fila de álamos con las hojas amarillas, una naturaleza muerta y una cierta cantidad de dibujos con figuras (Ref. Libros 7, Pág. 170, T434, F0045/ JH0959, F Ninguno/ JH0960).

 

Amberes. Noviembre de 1885 - Febrero de 1886.

. . . el molino, la avenida con los árboles en otoño, la naturaleza muerta y dos o tres cuadritos (Ref. Libros 7, Pág. 176, T437).

Estuve pintando ayer algunos estudios donde se ve la catedral.

Y tengo asimismo uno pequeño del Parque (Ref. Libros 7, Pág. 177, T441).

 

Arlés. Febrero de 1888 - Mayo de 1889.

. . . tengo un estudio de una campiña blanca con la ciudad en el fondo. Después, dos pequeños estudios de una rama de almendro que a pesar del tiempo ya está en flor (Ref. Libros 7, Pág. 193, T466, Campiña: F0391/ JH1358, y Almendros: F0392/ JH1361, F0393/ JH1362).

. . . es un puente levadizo por el cual pasa un coche que se perfila contra el cielo azul - el río igualmente azul, . . . otro paisaje con un puentecillo rústico y también lavanderas. Y por fin, una avenida de plátanos cerca de la estación (Ref. Libros 7, Pág. 196, T468. En la "Letters Database" no se hace referncia a este cuadro).

Albaricoqueros en flor. Termino de hacer un ramo de albaricoques en flor de un pequeño vergel verde fresco (Ref. Libros 7, Pág. 199, T471. F0555/ JH1380).

. . . en un vergel un terreno lila labrado, un cercado de cañas, dos melocotoneros rosas contra un cielo glorioso azul y blanco. Probablemente, el mejor paisaje que he hecho (Ref. Libros 7, Pág. 199, T472).AQUI VOY

Es el puente levadizo con un pequeño coche amarillo y un grupo de lavanderas; un estudio donde los terrenos son anaranjado vivo, la hierba muy verde, el cielo y el agua azules (Ref. Libros 7, Pág. 200, T474).

Actualmente trabajo en unos ciruelos de un blanco amarillo con mil ramas negras (Ref. Libros 7, Pág. 201, T474).

Bien verás que los melocotoneros rosas han sido pintados con cierta pasión.

Me hace falta también una noche estrellada con cipreses - quizá sobre un campo de trigo maduro; aquí hay noches muy bellas (Ref. Libros 7, Pág. 202, T474).

Tengo, además, un nuevo vergel para ti . . . (Ref. Libros 7, Pág. 203, T475).

Esta mañana he trabajado en un vergel de ciruelos en flor; de pronto ha comenzado a soplar un viento formidable, un efecto que yo no había visto jamás aquí y que volvía por intervalos. De tiempo en tiempo, el sol, que hacía resplandecer todas las florecillas blancas (Ref. Libros 7, Pág. 203, T476).

El melocotonero rosa es el que más trabajo me da.

Tú ves, por los otros tres cuadros del otro lado, que los tres vergeles están más o menos bien. Tengo ahora también un pequeño peral vertical, flanqueado igualmente por dos telas horizontales. Esto hará seis telas de vergeles en flor(Ref. Libros 7, Pág. 205, T477).

Terreno violeta, en el fondo un muro con álamos rectos y un cielo muy azul. El pequeño peral tiene un tronco violeta y flores blancas, una gran mariposa amarilla sobre uno de los copos. A la izquierda, en el rincón, un pequeño jardín cercado de cañas amarillas y arbustos verdes y un cantero de flores. Una casita rosa (Ref. Libros 7, Pág. 205, T477).

He aquí el croquis de un vergel que tenía más especialmente destinado para ti, en ocasión del 1o. de mayo. Es absolutamente claro y hecho en una sesión. Una furia de empastamientos apenas teñidos de amarillo y el lila en la primera yema blanca (Ref. Libros 7, Págs. 205 y 207, T478).

En este envío está el vergel rosa sobre tela gruesa y el vergel blanco horizontal, y el puente, que si los guardamos me parece que más tarde podrían subir a mucho, y una cincuentena de cuadros de esta calidad nos resarcirá de alguna forma de la mala suerte que hemos tenido anteriormente. Tomas, pues, estos tres para tu colección y no los vendas, porque más tarde valdrán 500 francos cada uno (Ref. Libros 7, Pág. 214, T485).

Ahora tengo dos nuevos estudios como éste; tú tienes ya un dibujo de una granja al borde del camino real en los trigales. Una pradera llena de botones de oro muy amarilla, una zanja con plantas de iris con hojas verdes y flores violetas, en el fondo la ciudad, algunos sauces grises y una faja de cielo azul (Ref. Libros 7, Pág. 215, T487).

Esta semana he hecho dos naturalezas muertas.

Una cafetera de hierro esmaltado azul, una taza (a la izquierda) azul real y oro, una jarra de leche cuadriculada azul pálido y blanco, una taza - a la derecha - blanca con dibujos azules y anaranjados sobre un plato de tierra amarilla gris, un jarro de artemisa o mayólica azul con dibujos rojos, verdes, pardos, en fin dos anaranjados y tres limones; la mesa está cubierta con un mantel azul, el fondo es amarillo verde, así pues, seis azules diferentes y 4 o 5 amarillos y anaranjados.

La otra naturaleza muerta es el jarro de mayólica con flores silvestres (Ref. Libros 7, Págs. 215 y 216, T489).

Tengo en marcha un nuevo motivo: campos en la lejanía, verdes y amarillos, que he dibujado ya dos veces y que comienzo en cuadro,. . . (Ref. Libros 7, Pág. 224, T496).

Trabajo en un paisaje con campos de trigo, que no creo inferior al vergel blanco por ejemplo,. . . Y tengo otro motivo, una granja y dos molinos, que será probablemente el que le haga juego (Ref. Libros 7, Pág. 224, T497).

Este último cuadro soporta el ambiente rojo de los ladrillos que pavimentan el taller. Cuando lo pongo en el suelo sobre este fondo rojo ladrillo muy rojo, el color del cuadro no se vuelve hueco o blancuzco (Ref. Libros 7, Pág. 225, T497).

En el momento de partir por la mañana, muy temprano, he hecho el dibujo de los barcos y ya tengo el cuadro en marcha, tela de 30 con mucho trecho de mar y de cielo a la derecha (Ref. Libros 7, Págs. 227 y 228, T500).

Yo no estoy acá más que desde hace algunos meses, pero dime: ¿en París hubiera dibujado en una hora el dibujo de las barcas? Ni aun con el cuadro; porque esto está hecho sin medir, dejando correr la pluma. . . (Ref. Libros 7, Pág. 228, T500).

He tenido una semana de trabajo recargado y duro en los trigales, a pleno sol; y de allí han salido estudios de trigales, paisajes y un esbozo de sembrador.

Sobre un campo labrado, un gran campo de montones de tierras violetas, subiendo hacia el horizonte un sembrador azul y blanco. En el horizonte, un campo de trigo maduro corto.

Sobre todo esto, un cielo amarillo con un sol amarillo.

Tú sientes, ante la simple nomenclatura de las tonalidades, que el color juega en esta composición un papel muy importante (Ref. Libros 7, Pág. 229, T501).

Tengo por fin un modelo - un zuavo -, es un muchacho de pequeña estatura, cuello de toro, ojos de tigre, y he comenzado por un retrato y vuelvo a empezar por otro; el busto que he pintado de él era horriblemente duro, en el uniforme azul de las cacerolas azules esmaltadas, las pasamanerías de un rojo anaranjado descolorido, con dos estrellas limón sobre el pecho, un azul común y muy difícil de reproducir (Ref. Libros 7, Pág. 229, T501).

He trabajado ayer y hoy en el Sembrador, que está totalmente retocado. El cielo es amarillo y verde; el terreno, violeta y anaranjado. Verdaderamente hay un cuadro por hacer como éste, utilizando ese magnífico motivo; y espero que un día alguien lo hará, sea otro pintor o yo (Ref. Libros 7, Pág. 230, T503).

Tengo una visión del Ródano - el puente de hierro de Trinquetaille, donde el cielo y el río son de color ajenjo, los andenes de un tono lila, las personas acodadas sobre el parapeto, negruzcas, el puente de hierro de un azul intenso, con una nota anaranjada viva y otra verde veronés intenso en el fondo azul. Es todavía un ensayo inacabado; pero en fin, donde yo busco algo más doloroso y más emocionante, por consiguiente (Ref. Libros 7, Pág. 232, T503).

¿Recuerdas en los pequeños dibujos un puente de madera con lavadero, y una ciudad al fondo? Acabo de pintar este motivo en gran formato (Ref. Libros 7, Pág. 232, T505).

No tengo todavía ni la mitad de las 50 telas presentables en público, y las necesito todas para este año (Ref. Libros 7, Pág. 233, T505).

Estoy casi reconciliado con el vergel que no estaba en el bastidor y con el que le hacía juego, hecho al punteado. Entre varios, podrán salir (Ref. Libros 7, Pág. 233, T505).

Los trigales; esto ha sido una ocasión de trabajar como en los vergeles en flor. Y no he tenido más que el tiempo para prepararme para la nueva campaña, la de las viñas (Ref. Libros 7, Pág. 234, T505).

He raspado un gran estudio pintado, un jardín de olivos, con una figura de Cristo azul y anaranjada, un ángel amarillo. Un terreno rojo, colinas verdes. Olivos de troncos violetas y acarminados con follaje verde, gris y azul. Cielo limón.

Lo he raspado, porque me digo que no hay que hacer figuras de esta importancia sin modelo (Ref. Libros 7, Pág. 235, T505).

Ahora si sabes lo que es una "musmé" . . . termino de pintar una. . .

Una musmé es una chica japonesa - provenzal en este caso - de 12 a 14 años (Ref. Libros 7, Págs. 247 y 248, T514).

Ahora estoy preparándome con otro modelo: un cartero en su uniforme azul, engalanado de oro, gran figura barbuda, muy socrática . . . La última semana he hecho no sólo uno sino dos retratos de mi cartero, uno de medio cuerpo con manos y la cabeza de tamaño natural. . . y espero pintar su recién nacido dentro de poco, . . .

Hoy, probablemente, voy a comenzar el interior de la fonda donde vivo, al anochecer, a la luz de gas.

Es lo que se llama aquí un "café nocturno" . . . (Ref. Libros 7, Pág. 249, T518).

El pequeño jardín vertical es, me parece, el mejor de los tres grandes. El de los girasoles es un pequeño jardín de un establecimiento de baños; el tercer jardín apaisado, es aquel del cual he hecho también estudios pintados (Ref. Libros 7, Pág. 251, T519).

Ahora la Cosecha, el Jardín, el Sembrador y las dos Marinas son croquis de estudios pintados (Ref. Libros 7, Pág. 252, T519).

Si los dibujos que te envío son muy duros, es porque los he hecho de manera que más tarde puedan, si quedan, servirme, a título de referencia para la pintura (Ref. Libros 7, Pág. 253, T519).

He vuelto a trabajar en una figura de zuavo sentado sobre un banco contra una pared blanca, lo que ya suma la quinta figura (Ref. Libros 7, Pág. 254, T519).

En cuanto a estudios, tengo dos de Cardos en un terreno yermo, cardos blancos del fino polvo del camino.

Después, un pequeño estudio de una parada de saltimbanquis, coches rojos y verdes; igualmente un pequeño estudio de vagones del París-Lyon-Mediterráneo . . . (Ref. Libros 7, Pág. 260, T522).

¿Has recibido los dibujos de los jardines, y los dos dibujos de figuras? Creo que el cuadro de la cabeza del viejo aldeano es tan extraño de color como el Sembrador, pero el Sembrador es un fracaso, y la cabeza de aldeano está mucho mejor (Ref. Libros 7, Pág. 261, T522).

Estoy en vena de pintar. . .porque se trata de pintar los grandes girasoles.

Tengo tres telas en preparación: 1) 3 grandes flores en un jarro verde, fondo claro, tela de 16; 2) 3 flores, una flor en simiente y deshojada, y un botón sobre fondo azul real, tela de 25; 3) doce flores y botones en un vaso amarillo (tela de 30). El último es, pues, claro sobre claro, y será el mejor, así lo espero,. . . (Ref. Libros 7, Pág. 266, T526).

Ahora estoy en el cuarto cuadro de girasoles.

Este cuadro es un ramo de 14 flores y está sobre fondo amarillo, como una naturaleza muerta de membrillos y de limones que he hecho hace tiempo (Ref. Libros 7, Pág. 267, T52).

Esta semana tengo dos modelos: una arlesiana y el viejo aldeano, que esta vez hago contra un fondo anaranjado vivo que, aunque no tenga la pretensión de representar la ilusión óptica de una puesta de sol, es quizás, sin embargo, una sugestión . . .

. . . Igualmente tengo en preparación un ramo, y también una naturaleza muerta con un par de zapatos viejos (Ref. Libros 7, Pág. 269, T529).

Y bien, gracias a él, tengo por fin un primer bosquejo de este cuadro, que sueño desde hace tanto tiempo: el poeta (Ref. Libros 7, Pág. 271, T531).

En mi cuadro "Café nocturno", he tratado de expresar que el café es un sitio donde uno puede arruinarse, volverse loco, cometer crímenes . . .

. . .De momento, no tengo más que el "Sembrador" o el "Café nocturno" que sean ensayos de cuadros compuestos (Ref. Libros 7, Pág. 274, T534).

Tengo ahora un tercer estudio, de un paisaje con una fábrica y un sol enorme en un cielo rojo, sobre los techos rojos, donde la naturaleza parece estar encolerizada un día de mistral terrible (Ref. Libros 7, Pág. 275, T535).

Una tela de 30 cuadrada, que representa un rincón de jardín con un árbol llorón, la hierba, matorrales tallados en bola de cedro, un matorral de laurel rosa. . .

. . .El segundo representa el exterior de un café, cuya terraza está iluminada por una gran linterna de gas en la noche azul, con un rincón de cielo azul estrellado.

El tercer cuadro de esta semana es un retrato mío casi descolorido, de tonos cenicientos sobre un fondo veronés pálido (Ref. Libros 7, Pág. 275, T535).

Acabo de pintar mi retrato, que tiene la misma coloración cenicienta, y a menos que se nos haga con color, no dará de nosotros más que una idea poco semejante. Precisamente como me había tomado un trabajo terrible para encontrar la combinación de los tonos cenicientos y rosa gris, no puede gustarme la semejanza en negro (Ref. Libros 7, Pág. 280, T540).

He esbozado por segunda vez un estudio de un Cristo con el ángel en el jardín de los olivos (Ref. Libros 7, Pág. 281, T540).

El macizo es verde; algo brocíneo y variado.

La hierba es muy, muy verde. Veronés limón; el cielo es muy, muy azul.

La fila de arbustos del fondo es toda de laureles rosas, locos furiosos; las plantas sagradas florecen de una manera que ciertamente podrían atrapar una ataxia locomotriz. Están cargadas de flores frescas y además de montones de flores marchitas; su verdura se renueva igualmente por vigorosos brotes nuevos, en apariencia inagotables.

Un fúnebre ciprés muy negro se levanta allá arriba y algunas figuritas coloreadas se balancean sobre un sendero rosa (Ref. Libros 7, Pág. 282, T541).

Te incluyo aquí un pequeño croquis de una tela de 30 cuadrada; por fin, el cielo estrellado pintado en la noche misma bajo una luz de gas. El cielo es azul verde; el agua es azul real, los terrenos malva. La ciudad es azul y violeta; la luz del gas es amarilla y los reflejos son oro, rojo y descienden hasta el bronce verde. En el campo azul verde del cielo, la Osa Mayor tiene un resplandor verde y rosa, cuya palidez contrasta con el oro rudo el gas (Ref. Libros 7, Pág. 288, T543).

No me sorprendería que te gustaran la "Noche estrellada" y los "Campos labrados"; son más serenos que otras telas. Si el trabajo marchara siempre así, tendría menos inquietudes por el dinero, porque la gente vendría más fácilmente si la técnica siguiera siendo más armoniosa (Ref. Libros 7, Pág. 289, T543).

¡Ah!. . . mi estudio de las viñas; he sudado sangre y agua encima de él; pero lo tengo; . . .(Ref. Libros 7, Pág. 292, T544).

Las viñas que acabo de pintar son verdes, púrpuras, amarillas, con racimos violetas y sarmientos negros y anaranjados.

En el horizonte, algunos sauces gris-azules y el lugar muy, muy lejos, con el techo rojo y la silueta de la lejana ciudad, lila.

En la viña, figuritas de mujer con sombrillas rojas y otras figuritas de obreros vendimiadores con su carreta.

Arriba un cielo azul y un primer plano de arena gris. Esto hace juego con el jardín del macizo en bola y los laureles rosas (Ref. Libros 7, Pág. 293, T544).

Tengo además una tela de 30; jardín de otoño; dos cipreses verde botella y en forma de botella también; tres pequeños castaños de follaje tabaco y anaranjado. Un pequeño tejo, de follaje limón pálido y tronco violeta; dos pequeños macizos, de follaje rojo sangre y púrpura escarlata.

Un poco de arena, un poco de césped, un poco de cielo azul (Ref. Libros 7, Pág. 297, T551).

Y bien, termino de pintar esta carroza roja y verde en el patio de la posada. Ya verás. Este croquis apresurado te da la composición; un primer plano simple de arena gris, el fondo también muy simple, paredes rosas y amarilla con ventanas de persianas verde y un rincón de cielo azul. Los dos coches muy coloreados, verde, rojo, las ruedas -amarillo, negro, azul, anaranjado- (Ref. Libros 7, Pág. 299, T553).

Supón ahora un abeto azul verde inmenso, extendiendo sus ramas horizontales sobre un prado muy verde y la arena manchada de luz y de sombra. El rincón del jardín, muy simple, está alegrado por canteros de geranios de tipo anaranjado en los fondos, bajo las ramas negras.

Dos figuras de enamorados se encuentran a la sombra del gran árbol: tela de 30.

Después otras dos telas de 30. El "Puente de Trinquetaille" y otro puente; el ferrocarril pasa por la calle.

Esta tela se asemeja un poco, como colorido, a un Bosboom. En fin, el "Puente de Trinquetaille" con todos esos escalones es una tela hecha en una mañana gris; las piedras, el asfalto, el empedrado, son grises; el cielo, de un azul pálido; figuras menudas y coloreadas; un árbol enclenque de follaje amarillo.(Ref. Libros 7, Pág. 299, T553).

Estas 5 telas que tengo en preparación esta semana lleva a 15 según creo el número de las telas de 30 para la decoración: 2 de "Girasoles", 3 del "Jardín del Poeta", 2 de "Otro jardín", 1 del "Café nocturno", el "Puente de Trinquetaille", "Puente de Ferrocarril", "La casa", "La diligencia de Tarascón", "La noche estrellada", "Los surcos" y "La Viña" (Ref. Libros 7, Pág. 300, T553).

Esta vez es simplemente mi dormitorio; sólo que el color debe predominar aquí, dando con su simplificación un estilo más grande a las cosas y llegar a sugerir el reposo o el sueño en general. En fin, con la vista del cuadro debe descansar la cabeza o más bien la imaginación.

Las paredes son de un violeta pálido. El suelo de cuadros rojos.

La madera del lecho y las sillas son de un amarillo de mantequilla fresca; la sábana y las almohadas, limón verde muy claro.

La colcha, rojo escarlata. La ventana, verde.

El lavabo, anaranjado; la cubeta, azul.

Las puertas, lilas.

Y eso es todo -nada más en ese cuarto con los postigos cerrados.

Lo cuadrado de los muebles debe insistir en la expresión del reposo inquebrantable. Los retratos de la pared, un espejo, una botella y algunos vestidos.

El marco--como no hay blanco en el cuadro--será blanco.

Esto, para tomarme el desquite del reposo forzado a que he estado obligado.

Trabajaré aún todo el día de mañana; pero ya vez qué simple es la concepción. Las sombras y las sombras proyectadas están suprimidas; ha sido coloreado con tintes planos y francos como los crespones. Esto va a contrastar con, por ejemplo, "La diligencia de Tarascón" y el "Café nocturno" (Ref. Libros 7, Pág. 301, T554).

He aquí un croquis muy vago de mi última tela; una fila de cipreses verdes contra un cielo rosa, con un cuarto creciente limón pálido. En primer plano, un terreno yermo, arena y algunos cardos. Dos enamorados; el hombre, azul pálido y sombrero amarillo; la mujer, con un corpiño rosa y una falda negra. Esta hace la cuarta tela del "Jardín del poeta", que es una decoración del cuarto de Gauguin (Ref. Libros 7, Pág. 304, T556).

Además, tengo en fin una "Arlesiana"; una figura . . . esbozada en una hora; fondo limón pálido, la cara gris, el vestido negro, negro negro, de azul de Prusia totalmente crudo. Se apoya sobre una mesa verde y está sentada en un sillón de madera anaranjada. . . (Ref. Libros 7, Pág. 309, T559).

Creo que te gustará la caída de hojas que he hecho.

Son los troncos de álamos lilas, cortados por el marco allá donde comienzan las hojas.

Estos troncos de árboles como pilares bordean una avenida donde están, a derecha e izquierda, alineados viejas tumbas romanas de un lila azul, Luego, el suelo está cubierto como de un tapiz por una caja espesa de hojas anaranjadas y amarillas caídas. Como los copos de la nieve que siguen cayendo.

Y en la avenida figuras menudas de enamorados en negro. La parte superior del cuadro es una pradera muy verde y nada de cielo o casi nada.

La segunda tela es la misma avenida, pero con un viejo buen hombre y una mujer gruesa y redonda como una bola (Ref. Libros 7, Pág. 309, T559).

Pero he hecho retratos de toda una familia; la del cartero del cual ya había hecho anteriormente la cabeza--el hombre, la mujer, el niño, el muchacho y el hijo de 16 años; todos de tipo muy francés, aunque tengan cara de ser rusos (Ref. Libros 7, Pág. 311, T560).

De cuando en cuando una tela que resulta ser cuadro, tal como el sembrador en cuestión, que yo considero mejor que el primero (Ref. Libros 7, Pág. 311, T560).

He hecho un bosquejo de un burdel y proyecto hacer un cuadro de burdel.

He terminado también una tela de viña toda púrpura y amarilla con menudas figuras azules y violetas y un sol amarillo (Ref. Libros 7, Pág. 312, T561).

He trabajado en dos telas.

Un recuerdo de nuestro jardín en Etten con coles, cipreses, dalias y figuras; también, una "Lectora de novelas" en una biblioteca como la Lecture Française, una mujer toda en verde (Ref. Libros 7, Pág. 313, T563).

. . . una silla de madera y paja toda amarilla, sobre ladrillos rojos, contra una pared (de día).

Después, el sillón de Gauguin rojo y verde; efecto de noche, pared y piso rojo y verde también; sobre el asiento, dos novelas y una vela. Sobre tela rala y con empaste grueso (Ref. Libros 7, Pág. 314, T563).

Sin embargo, he vuelto al trabajo y tengo ya tres estudios en el taller; además del retrato del Dr. Rey que le di como recuerdo (Ref. Libros 7, Pág. 324, T571).

Me gustaría mucho que De Haan viera un estudio mío de un candelabro encendido y dos novelas (una amarilla y la otra rosa) puestas sobre un sillón vacío (precisamente el sillón de Gauguin); en rojo y verde. Acabo de trabajar aun hoy en uno que le hace juego: mi silla vacía; una silla de madera blanca, con una pipa y una petaca de tabaco. En los dos estudios, así como en los otros, he buscado un efecto de luz con el color claro; De Haan comprenderá probablemente lo que busco, si le lees lo que te he escrito a ese respecto (Ref. Libros 7, Pág. 329, T571).

Acabo de terminar una nueva tela, que tiene un aspecto casi elegante; una cesta de mimbre con limones y naranjas - una rama de ciprés y un par de guantes azules; tú ya has visto estas cestas mías de frutas.

Luego, para entrar suficientemente en calor, para fundir estos oros y estos tonos de flores - un principiante no podría; es preciso la energía y la atención de un individuo, por completo (Ref. Libros 7, Pág. 332, T573).

Tengo en preparación el retrato de la mujer de Roulin, en el que trabajaba antes de estar enfermo.

Había ordenado dentro los rojos, desde el rosa hasta el anaranjado, el cual subía en el amarillo hasta el limón, con los verdes claros y oscuros. Me alegraría muchísimo poder terminarlo, pero me temo que no querrá posar mientras siga ausente su marido (Ref. Libros 7, Pág. 333, T573).

Es de esa clase de pintura un poco cambiante de aspecto, que se enriquece si la miras mucho rato.

. . . Sabes que Jeannin posee la peonía, que Quost posee la malvarrosa; pero yo poseo un poco el girasol (Ref. Libros 2, Cuadro 27 y Ref. Libros 7, Pág 334, T573).

¿Te fijaste, cuando tu apresurada visita, en le retrato negro y amarillo de la señora Ginoux?.

. . . Tengo una tela de "Berceuse" precisamente la que trabajaba cuando vino mi enfermedad a interrumpirse. De aquélla, poseo igualmente hoy dos pruebas.

. . . Acaso esto se parezca, si se quiere, a una cromolitografía de bazar. Una mujer vestida de verde con cabellos anaranjados se destaca contra fondo verde con flores rosas. Ahora estas disparatadas agujas de rosa crudo, anaranjado crudo, verde crudo, están atenuadas por bemoles de rojos y verdes (Ref. Libros 7, Pág. 334, T574).

He puesto hoy en preparación una tercera "Berceuse". Se muy bien que no está bien dibujada ni pintada tan correctamente como la de Bouguereau; cosa que casi lamento, ya que aspiro a ser correcto en serio (Ref. Libros 2 Cuadro 27 y Ref. Libros 7, Pág. 337, T575).

Quizás en la "Berceuse" hay un ensayo de pequeña música del color de aquí; está mal pintada y los cromos del bazar salen infinitamente mejor pintados técnicamente; . . . (Ref. Libros 7, Pág. 338, T576).

Tengo justamente sobre en el caballete un vergel de melocotones al borde de un camino, con los pequeños Alpes al fondo (Ref. Libros 7, Pág. 349, T583).

Tengo en preparación una avenida de almendros con flores rosas, con un pequeño cerezo en flor y una planta de glicina y el sendero del parque manchado de sol y sombra (Ref. Libros 7, Pág. 357, T589).

 

Saint Remy. Mayo de 1889 - Mayo de 1890.

Tengo otros dos en preparación -flores de iris violetas y un macizo de lilas; dos motivos tomados del jardín (Ref. Libros 7, Pág. 361, T591. "Lirios", F0045/ JH0959. "Lilas" F0084/ JH0772).

Falta saber aún que si los pones en ese sentido, o sea la "Berceuse" en el medio y los "girasoles", es decir las dos telas, a derecha e izquierda, pueden formar un tríptico.

Y entonces los tonos amarillos y anaranjados de la cabeza cobran más esplendor por la vecindad de los paneles amarillos (Ref. Libros 7, Pág. 363, T592).

Añado una nueva tela, trivial todavía como un cromo de bazar que representa los eternos nidos de verdura para los enamorados.

Gruesos troncos de árboles cubiertos de musgo, el suelo igualmente cubierto de musgo y de vincapervinca, un banco de piedra y un macizo de rosas pálidas en la sombra fría. En el primer plano algunas plantas de cálices blancos. Es verde, violeta y rosa (Ref. Libros 7, Pág. 364, T592).

Cuando te envíe las cuatro telas que tengo en preparación del jardín, verás que teniendo en cuenta que la vida se pasa sobre todo en el jardín, no es tan triste esto. Ayer dibujé una mariposa nocturna, bastante rara, que se llama la cabeza del muerto, de un colorido distinguido y asombros, negro, gris, blanco matizado de reflejos acarminados o que giran vagamente sobre el verde oliva; es muy grande (Ref. Libros 7, Pág. 368, T592).

Tengo en preparación dos paisajes de vistas tomadas en las colinas, una es la campiña que percibo desde la ventana de mi habitación. En primer plano, un campo de trigo asolado y tronchado, después de una tormenta. Una tapia y del otro lado, el gris verde de algunos olivos, cabañas y colinas. En fin, en lo alto de la tela, una gran nube blanca y gris sumergida en azul (Ref. Libros 7, Pág. 369, T594).

En fin, tengo un paisaje con olivos y también un nuevo estudio de cielo estrellado (Ref. Libros 7, Pág. 370, T595).

Dos estudios de cipreses de este difícil matiz verde botella, he trabajado en ellos los primeros planos con empastamiento de blanco de albayalde, lo que da firmeza a los terrenos (Ref. Libros 7, Pág. 371, T596).

Tengo un campo de trigo muy amarillo y muy claro, tal vez la tela más clara que haya hecho.

Los cipreses me preocupan siempre; quisiera hacer algo como las telas de los girasoles, porque me sorprende que nadie los haya hecho todavía como yo los veo (Ref. Libros 7, Pág. 372, T596).

Creo que de estas dos telas de cipreses, aquella de la que hago el croquis es la mejor. Los árboles son muy grandes y macizos. El primer plano muy bajo con zarzas y malezas. Detrás de las colinas violetas un cielo verde y rosa con una luna creciente. El primer plano sobre todo está muy empastado, con mechones de zarzas que tienen reflejos amarillos, violetas y verdes (Ref. Libros 7, Pág. 373, T596).

La última comenzada es el campo de trigo donde hay un pequeño segador y un gran sol. La tela es toda amarilla, con excepción de la pared y del fondo de colinas violáceas (Ref. Libros 7, Pág. 374, T597).

. . . el segador está terminado; yo creo que este será uno que guardes para ti--es una imagen de la muerte, tal como nos habla en el gran libro de la naturaleza - pero lo que he buscado, es el casi sonriente. Es todo amarillo, salvo una línea de colinas violetas, de un amarillo pálido y rubio (Ref. Libros 7, Pág. 378, 604).

Encontrarás que los olivos de cielo rosa son lo mejor, con las montañas, me imagino; los primeros van bien como compañeros de aquellos de cielo amarillo. En cuanto al retrato de la "Arlesiana", tú sabes que he prometido un ejemplar al amigo Gauguin, y se lo harás llegar. Luego los cipreses son para el señor Aurier. Hubiera querido hacerlos con un poco menos de empaste, pero me falta tiempo (Ref. Libros 7, Pág. 381, T629).

He hecho dos telas de la hierba fresca en el parque, de las cuales hay una simplicidad extrema; he aquí un croquis apresurado.

Un hongo de pino violeta rosa y después la hierba con flores blancas y cardillos, un pequeño rosal y otros troncos de árboles en el fondo más alto de la tela (Ref. Libros 7, Pág. 383, T631).

 

Auvers Sur Oise. 21 de Mayo - 29 de julio de 1890.

Trabajo en su retrato, la cabeza con un gorrito blanco, muy rubio, muy claro, las manos también con una encarnación clara, un frac azul y un fondo azul cobalto, apoyado sobre una mesa roja sobre la cual hay un libro amarillo y una planta de digital con flores púrpuras. . .

El señor Gachet se ha vuelto un fanático de ese retrato y quiere que haga uno para él, si puedo, completamente igual, y yo estoy de acuerdo. . .

Espero enviarte un retrato de él muy pronto. Después he pintado de él dos estudios que le he dado la semana pasada, un áloe con maravillas y cipreses; después, el domingo último, rosas blancas, la viña y una figura blanca allá dentro. . .

Tengo dos estudios en preparación; uno, un ramo de plantas salvajes, cardos, espigas, diferentes hojas de verduras. . .

Un segundo estudio: una casa blanca en la verdura, con una estrella en el cielo nocturno y una luz anaranjada en la ventana y la verdura negra y una nota rosa oscura (Ref. Libros 7, Pág. 385, T638).

Esta semana he hecho un retrato de una niña de 16 años o casi, en azul contra fondo azul, la hija de la familia con la que vivo. . .

Además, tengo una tela . . . campos de trigo y una que le hace juego, de una maleza, troncos lilas de álamos y arriba, hierba florida rosa, amarilla, blanca y verdes diversos. . . (Ref. Libros 7, Pág. 387, T644).

Ayer y anteayer pinté el retrato de la señorita Gachet . . . el vestido es rosa, la pared en el fondo, verde con un punto anaranjado; el tapiz rojo, con un punto verde; el piano, violeta profundo; . . . (Ref. Libros 7, Pág. 387, T645).

Incluyo tres croquis--uno de una figura aldeana, gran sombrero amarillo, con un nudo de cintas azul celeste, rostro muy rojo, traje casero grueso, azul, puntilleado de anaranjado, fondo de espigas de trigo. . .

Después, una maleza de troncos de álamos violetas que perpendicularmente, como columnas, atraviesan el paisaje; la profundidad de la maleza es azul y, bajo los grandes troncos, la pradera florida, blanca, rosa, amarilla, verde, largas hierbas rosadas y flores. . .

Quizás veas este croquis del jardín de Daubigny - es una de mis telas queridas - te adjunto un croquis de viejos rastrojos y los croquis de 2 telas que representan inmensas extensiones de trigo después de la lluvia (Ref. Libros 7, Pág. 389, T646).

 

Venta de Cuadros

Vincent van Gogh obtuvo en vida por la venta de sus cuadros sólo 80 dólares. Sin embargo, en la actualidad sus pinturas se cotizan en millones de dólares. Como ejemplo, en 1993 el cuadro Campo de trigo con cipreses se vendió en 57 millones de dólares, en tanto que en 1990 se vendió el Retrato del Dr. Gachet en 82.5 millones, lo que significa que es el cuadro comercializado de todos los pintores que ha alcanzado el mayor valor. En 1987, la pintura Lirios se vendió en 53.9 millones de dólares, mientras que el cuadro Girasoles se comercializó en 39.9 millones de dólares (Ref. Artículos 20).


CAPÍTULO IV

LIBROS

Cartas y diario de Gérard Bilders (Ref. Libros 7, Pág. 77, T227).

Libro sobre Millet, escrito por Censier (Ref. Libros 7, Pág. 78, T227).

Los poemas de François Coppée (Ref. Libros 7, Pág. 115, T357).

Los maestros de antaño de Fromentin (Ref. Libros 7, Pág. 121, T371).

La dicha de las damas de Zola (Ref. Libros 7, Pág. 211, T482).

Los de la gleba de Camille Lemonnier (Ref. Libros 7, Pág. 345, T582).

Cuentos de Navidad de Dickens (Ref. Libros 7, Pág. 349, T583).

Médico Rural de Balzac (Ref. Libros 7, Pág. 360, T590).

Fuerte como la muerte de Guy de Maupassant (Ref. Libros 7, Pág. 368, T594).

El sueño de Zola (Ref. Libros 7, Pág. 368, T594).

Zadig o el destino de Voltaire (Ref. Libros 7, Pág. 371, T596).

 

BIBLIOGRAFÍA

LIBROS

1. VAN GOGH. A RETROSPECTIVE. SUSAN ALYSON STEIN. 1986. HUGH LAUTER LEVIN ASSOC. INC. N.Y.

2. VAN GOGH’S FLOWERS. JUDITH BUMPUS. 1989. UNIVERSE BOOKS. N.Y.

3. VAN GOGH. SELF PORTRAITS WITH ACCOMPANYING LETTERS FROM VINCENT TO HIS BROTHER THEO. PASCAL BONAFOUX. TRADUCIDO POR DANIEL SIMON. 1989. TABARD PRESS. N.Y.

4. VAN GOGH. JACQUES LASSAIGNE. 1988. EXETER BOOKS. N.Y.

5. VAN GOGH. MEYER SCHAPIRO. 1983. HARRY N. ABRAMS. N.Y.

6. VINCENT VAN GOGH. INGO F. WALTHER. 1987. BENEDIKT TASCHEN VERLAG GMBH & CO. COLONIA, ALEMANIA.

7. VINCENT VAN GOGH. CARTAS A THEO. 1985. ED. JUCAR. MADRID, ESPAÑA.

8. ANHELO DE VIVIR. LA VIDA DE VINCENT VAN GOGH. IRVING STONE. 1989. ED. DIANA, MEXICO. (THE LUST FOR LIFE).

9. DEAR THEO. THE AUTOBIOGRAPHY OF VINCENT VAN GOGH. IRVING STONE. 1969. PENGUIN GROUP. N.Y.

10. VAN GOGH, LE SOLEIL EN FACE. PASCAL BONAFOUX. 1987. DECOUVERTES GALLIMARD. PARIS, FRANCIA.

11. VAN GOGH. L. VINCA MASINI. 1967. GROSSET & DUNLOP. N.Y.

12. VINCENT VAN GOGH. CARTAS DESDE LA LOCURA. 1988. PREMIA EDITORA DE LIBROS. PUEBLA, MEXICO.

13. VAN GOGH. BIOGRAFIA. PIERRE LEPROHON. 1991. SALVAT EDITORES. MADRID, ESPAÑA.

14. VINCENT VAN GOGH. DISEGNI. 1990. JOHANNES VAN DER WOLK, ET AL. ARNOLDO MONDADORI ARTE.

15. VINCENT VAN GOGH. DIPINTI. 1990. EVERT VAN UITERT, ET AL. ARNOLDO MONDADORI ARTE.

16. VAN GOGH. COLECCION LOS GENIOS UNIVERSALES DE LA PINTURA. 1993. EDICIONES RAYUELA. VALENCIA, ESPAÑA.

17. VAN GOGH. BRUCE BERNARD. 1992. DORLING KINDERSLEY. LONDON-NEW YORK-STUTTGART.

18. THE LIFE AND TIMES OF VAN GOGH. EDMUND SWINGLEHURST. SHOOTING STAR PRESS. N.Y.

19. VAN GOGH. MELISSA MCQUILLAN. 1989. WORLD OF ART. THAMES AND HUDSON. N.Y.

20. VAN GOGH HIS LIFE AND HIS ART. DAVID SWEETMAN. 1990 CROWN PUBLISHERS. N.Y.

21. YOUNG VINCENT. THE STORY OF VAN GOGH’S YEARS IN ENGLAND. MARTIN BAILEY. 1990. ALLISON & BUSBY. ENGLAND.

22. VINCENT. A COMPLETE PORTRAIT. BERNARD DENVIR. 1994. RUNNING PRESS. PHILADELPHIA, USA.

23. WHAT MAKES A VAN GOGH A VAN GOGH?. RICHARD MÜHLBERGER. 1993. THE METROPOLITAN MUSEUM OF ART. N.Y.

24. THE LIFE AND WORKS OF VINCENT VAN GOGH. JANICE ANDERSON. 1994. SHOOTING STAR PRESS. N.Y.

25. VAN GOGH. PINACOTECA DE LOS GENIOS. 1964. EDITORIAL CODEX, S.A. (COPIA DEL TEXTO DEL LIBRO).

26. VINCENT VAN GOGH. TREWIN COPPLESTONE. 1998. REGENCY HOUSE PUBLISHING LIMITED.

27. VAN GOGH. RONALD DE LEEUW. COLECCIÓN EL IMPRESIONISMO Y LOS INICIOS DE LA PINTURA MODERNA. 1999. ED. PLANETA DEAGOSTINI.

28. VINCENT VAN GOGH. COLOR Y MOVIMIENTO. SABER VER. MÉXICO. AGOSTO-SEPTIEMBRE 1996.

LIBROS RELACIONADOS

1. MUSÉE D’ORSAY IMPRESSIONIST AND POST IMPRESSIONIST MASTERPIECES. 1986. THAMES AND HUDSON. LONDON, ENGLAND.

2. LA PINTURA EN EL MUSEO D’ORSAY. MICHELE LACLOTTE, ET AL. 1991. ED. AGUILAR. MADRID, ESPAÑA.

3. PAUL GAUGUIN: DIARIOS INTIMOS. 1985. PREMIA EDITORES. PUEBLA, MEXICO.

4. HISTORIA DEL ARTE. 12 TOMOS. 1979. SALVAT EDITORES. ESPAÑA-MEXICO.

5. OBRAS MAESTRAS DE LA PINTURA. 12 TOMOS. 1983. HERACLIO FOURNIER. ESPAÑA.

6. HISTORIA DEL IMPRESIONISMO. SABER VER. MÉXICO. ENERO-FEBRERO 1995

ARTICULOS

1. AUVERS PALETA VIVIENTE. LES DALY. SELECCIONES DEL READER'S DIGEST. AGOSTO 1991. MEXICO.

2. SIMILITUDES DE GAUGUIN Y VAN GOGH. OVIDIO FERGUSON. PERIÓDICO EL HERALDO DE MEXICO. 22 DE MAYO DE 1992. MEXICO.

3. VINCENT VAN GOGH: UNA VIDA ATORMENTADA. PERIÓDICO EL HERALDO DE MEXICO. 9 DE MAYO DE 1992. MEXICO.

4. VAN GOGH SE ACERCABA A LA LOCURA. DIANA D’AYREL. PERIÓDICO EL HERALDO DE MEXICO. 14 DE MAYO DE 1991. MEXICO.

5. NUEVA TEORIA: LA MUERTE DE VAN GOGH. PERIÓDICO EXCELSIOR. 14 DE MAYO DE 1991. MEXICO.

6. VAN GOGH PREGUNTA SU DESTINO A LAS ESTRELLAS. MARTHA OROZCO. PERIÓDICO EL HERALDO DE MEXICO. 15 DE ABRIL DE 1990. MEXICO.

7. AÑO DE VINCENT VAN GOGH 1990. CENTENARIO DE LA MUERTE DEL PINTOR. EL MUNDO DE VAN GOGH VISTO POR EL FOTOGRAFO PAUL HUT. EXPOSICION DE 150 FOTOGRAFIAS. PERIÓDICO EL HERALDO DE MEXICO. 21 DE DICIEMBRE DE 1989. MEXICO.

8. IMPRESSIONISM. MUSEO D’ORSAY. FERNAND HAZAN. 1987. PARIS (COPIA DEL CAPITULO DEL LIBRO).

9. ROBAN TRES OLEOS DE VAN GOGH EN HOLANDA. PERIÓDICO EXCELSIOR. 29 DE JUNIO DE 1990. MEXICO.

10. VINCENT VAN GOGH. CENTENNIAL YEAR (VINCENT VAN GOGH 1890-1990) HOLANDA (COPIA DEL FOLLETO EXPOSICION).

11. CASAS EN AUVERS. OLEO SOBRE TELA DE VAN GOGH. CONTRAPORTADA REVISTA SELECCIONES DEL READER'S DIGEST. JUNIO 1990.

12. PERFUMES, FLOWERS, CURTAINS, COMMEMORATE VAN GOGH. ABNER KATZMAN. 1990. THE NEW YORK TIMES.

13. EL CENTENARIO DE VAN GOGH PODRIA RESULTAR UN GRAN NEGOCIO. PERIÓDICO EL HERALDO DE MEXICO. 1990. MEXICO.

14. SUBASTARAN OTRO VAN GOGH EN NEW YORK. PERIÓDICO EXCELSIOR. 15 DE ENERO DE 19??. MEXICO.

15. REABREN EL MUSEO VAN GOGH. PERIÓDICO EXCELSIOR. 17 DE ABRIL DE 1991. MEXICO.

16. VAN GOGH EL PINTOR MAS POBRE Y MAS CODICIADO, ROBADO Y VENDIDO. PERIÓDICO EL HERALDO DE MEXICO. 1991. MEXICO.

17. AU LAPIN. PERIÓDICO EXCELSIOR. 17 DE NOVIEMBRE DE 1990. MEXICO. (HABLA SOBRE PRECIOS DE CUADROS).

18. VAN GOGH. CIEN AÑOS DESPUES, PARIS LE RINDE HOMENAJE. LUIS ALBO. CASAS Y GENTE. MARZO 1988. MEXICO.

19. DUTCH HIONOR VAN GOGH IN CENTENARY SHOW. MICHAEL KIMMELMAN. THE NEW YORK TIMES. 29 DE MARZO DE 1990.

20. REVISTA TIME 7 DE JUNIO DE 1993.

21. ROBARON DOS PINTURAS DE VAN GOGH Y UNA DE CEZANNE. PERIÓDICO EL HERALDO DE MÉXICO. 21 DE MAYO DE 1998. MÉXICO.

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24. ESCASEA EN EL MERCADO OBRA DE IMPRESIONISTAS. PERIÓDICO REFORMA. 11 DE NOVIEMBRE DE 1998.

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27. ATACA EN WASHINGTON LA "VANGOGHMANÍA". MARIBEL FERNÁNDEZ. PERIÓDICO REFORMA. 27 DE OCTUBRE DE 1998.

28. OBRAS DE VINCENT VAN GOGH POR ÚNICA VEZ FUERA DE AMSTERDAM. PERIÓDICO EXCÉLSIOR. 27 DE OCTUBRE DE 1998.

29. MAESTROS DEL IMPRESIONISMO EN BELLAS ARTES. PERIÓDICO REFORMA. NOVIEMBRE DE 1998.

30. PAGAN 71.5 MILLONES DE DLS. POR OBRA DE VAN GOGH. CARALA GARCÍA. PERIÓDICO REFORMA. 23 DE NOVIEMBRE DE 1998.

31. IMPRESIONAN A MÉXICO. PERIÓDICO REFORMA. 4 DE DICIEMBRE DE 1998.

32. UNA NUEVA LAS VEGAS. TIME (RESUMEN PERIÓDICO REFORMA). 22 DE OCTUBRE DE 1998.

33. TORTURED SOULS. PETER PLAGENS. NEWSWEEK. OCTOBER 12, 1998.

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Enrique Pareja


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