Se considera como fase inicial o de aprendizaje el período de unos cinco años que se extiende desde la toma de decisión de dedicarse a la pintura, hacia 1880, hasta su llegada a París, y que comprende sus estancias en Etten, La Haya, Drenthe, Nuenen y Antwerp.
CONTEXTO HISTORICO
La revolución industrial había dado lugar a que en el siglo XIX existiese una burguesía que, establecida en su propio bienestar, prefería ignorar la existencia de un proletariado agrario e industrial con condiciones de vida muy deficientes.
El equilibrio se mantenía por unas normas de conducta que indicaban lo que era o no era aceptable. El arte oficial seguía aún unas normas establecidas en el Renacimiento, o mejor, una interpretación de ellas, dando lugar a un arte con finalidad moralizadora y ejemplarizante, muy adaptado a la mentalidad burguesa.
Rousseau había expuesto a final del siglo XVIII su teoría de la bondad natural del hombre y de la acción corrupta que la sociedad ejercía sobre el individuo, así como que el origen de todos los males procede de la oposición del hombre a la naturaleza.
Como consecuencia, surgen movimientos que idealizan la vida rural, y escritores y artistas que, a través de sus obras, denuncian la hipocresía social, la dura vida de los campesinos, la explotación de los pobres, la prostitución, y llaman la atención sobre los problemas que afectan a la sociedad. Al mismo tiempo se defiende la libertad de expresión que, en los pintores, suponía libertad de estilo, tema, composición, y colores.
La idea de libertad lleva al artista a la independencia, no solo de las normas, sino hasta del gusto de la sociedad, debiendo el artista ser fiel únicamente a su inspiración.
PENSAMIENTO ARTÍSTICO
Van Gogh, hombre lleno de gran sensibilidad y humanismo, educado en el cristianismo en un hogar regido por un pastor protestante, ávido lector de novelas sociales de Zola, Dickens, Michelet, identificado con los ambientes rurales por haber vividos en ellos durante su juventud, conocía perfectamente la problemática social de su tiempo. Es necesario que se produzca un choque emocional fuerte (su fracasada relación con Eugenie Loyer) para que afloren sus inquietudes sociales y se decida a aportar su esfuerzo para aliviar esta situación.
Intenta cambiarla desde dentro del sistema conservador, fallando en su intento de hacerse pastor protestante, y rebelándose al comprobar el hecho de que eran más importante los conocimientos de latín y griego que su predisposición para entregarse a los demás. La misma negativa experiencia tiene cuando opta por ser simplemente predicador, donde también es rechazado por sus críticas y razonamientos durante el periodo de aprendizaje.
Tras su experiencia de vida cristiana en Borinage, donde practica con los mineros la caridad, dándose a los demás hasta el extremo, ejerce varios oficios hasta que encuentra la forma definitiva de ser fiel a sus ideas, de ser fiel así mismo: la pintura.
En este momento Vincent ya es un hombre que se considera inadaptado dentro de una clase media hipócrita y acomodaticia, y por ello su lugar está entre los humildes, adoptando una forma de vida progresista, de denuncia, de ideas y comportamientos rebeldes y mal vistos por una sociedad conservadora, de la que siente su rechazo, incluso desde dentro de su propia familia.
Su ambición es ser el pintor de la vida campesina. "Pintar la vida de los campesinos es una cosa muy seria, y yo me reprocharía si no tratara de hacer cuadros que despierten elevados pensamientos."
Por ello escribiría a su hermano: "Yo quiero que comprendas claramente mi concepción del arte. Lo que yo quiero es muy difícil... quiero hacer trabajos que lleguen a la gente... en una figura o en un paisaje me gustaría expresar, no ya melancolía, sino profunda tristeza... me gustaría progresar hasta el punto que la gente diga de mi obra: - Tiene profundos y tiernos sentimientos -. No me importa ser llamado tosco... ¿Qué soy yo a los ojos de la gente? Un donnadie, un hombre excéntrico o desagradable, alguien que no tiene una posición en la sociedad ni nunca la tendrá, lo más bajo de lo más bajo. Bien, entonces yo necesito que mi trabajo muestre lo que hay en el corazón de este excéntrico, de este donnadie."
Todo lo anteriormente expuesto podría resumirse en que su pensamiento artístico consistiría, al menos para este primer período, en realizar una pintura realista, pero cargada de una significación tal que sensibilice a la sociedad respecto a la problemática representada y, al mismo tiempo demostrar que, tras su apariencia de rudeza y tosquedad, existe una persona sensible capaz de sufrir y amar. Lo que equivale, expresado en sus propias palabras a:
"El arte es el hombre agregado a la naturaleza, a la que el libera como realidad, como verdad, pero también con una significación que el artista agrega al expresarla."
Fue un pintor de enorme talento y gran disciplina, crítico y poco indulgente consigo mismo.
Una de las inquietudes de los pintores de la segunda mitad del siglo XIX es la de definir su "temperamento". Temperamento equivalía a originalidad, a sello personal, en contraposición de las normas y convencionalismos academicistas imperantes. El temperamento se manifestaba en el "lenguaje artístico", es decir, en los recursos expresivos propios con los que el artista comunicaba con el espectador a través de su obra.
Temperamento no le falta a Van Gogh. Partiendo de su afición al dibujo, de sus conocimientos sobre pintura adquiridos en su etapa de vendedor, y en sus visitas a museos, de su propia sensibilidad artística que le permite describir literariamente cuadros o paisajes con gran realismo, se dedica denodadamente a aprender las técnicas que, a través del dibujo y el color, le permitan reflejar en un cuadro los sentimientos que le inspira la naturaleza.
Y su maestría la consigue en unos cinco años, no con cursos regulares en los que termina enfrentándose a la enseñanza oficial, no con el asesoramiento de pintores más experimentados, con los que también estuvo poco tiempo, sino con una formación autodidacta basada en la observación de los grandes maestros, en la lectura, y, sobretodo, en un trabajo constante y agotador. Su enorme confianza en sí mismo le lleva a decir, casi al final de este periodo formativo, que no hace falta que firme sus cuadros pues "seguramente reconocerán mis obras más tarde, y escribirán sobre mí cuando esté muerto." Y no se equivocó. Encontró muy pronto su propio "temperamento".
INFLUENCIAS
En sus inicios estuvo muy influido por la pintura holandesa del siglo XVII, especialmente Rembrandt, y otros pintores como Delacroix y Millet. En éste encuentra una gran autenticidad en la representación de mundo rural, y de él copiaría cuadros en repetidas ocasiones, pero alejándose de su sentimentalismo. Sus raíces artísticas están ancladas en la escuela realista de la segunda mitad del siglo XIX.
Pudiera ser de interés recordar algunas de las características de esta escuela y pintores que nos permita, posteriormente, comprender mejor el comportamiento artístico de Van Gogh.
LA PINTURA HOLANDESA DEL SIGLO XVII. En esta época, la pintura holandesa adquiere un gran relieve como consecuencia del desarrollo de una burguesía rica que originó una elevada demanda de cuadros.
El cuadro se considera objeto decorativo, forma parte del mobiliario doméstico y de ahí sus reducidas dimensiones, aunque existan excepciones. Es corriente que los cuadros se encuentren no solo en los hogares, sino también en multitud de otros emplazamientos como en tabernas o en los locales sociales de las corporaciones. Casi todas las clases sociales adquirían cuadros más por motivos de inversión u ostentación, que por contemplación estética.
El pintor holandés es muy realista, gran observador, apegado a la naturaleza, sensible ante motivos aparentemente insignificantes, con una técnica artesanal muy depurada, y que suele estar especializado en un tipo de cuadros bien sea retrato, paisaje, naturaleza muerta o pintura de género.
Existen multitud de escuelas, casi tantas como ciudades, lo que fomenta el individualismo.
Caravaggio y su tenebrismo, con sus luces y sombras, tuvo muchos seguidores en Holanda. También existía una tendencia hacia la ejecución de cuadros monocromos con una elevada gama de tonalidades.
El retrato constituyó casi un tercio de la producción pictórica holandesa, por la tendencia de la burguesía a perpetuarse en un cuadro, bien en forma individual o en forma colectiva con otros miembros de la corporación a que perteneciera.
Destaca como retratista Frans Hals, quien además de profundizar en el estado de ánimo y en la psicología de los personajes, tenía una gran velocidad en la realización de sus cuadros, pintando directamente sobre el lienzo sin dibujo previo.
REMBRANDT (1606-1669). EL HOMBRE. Tras años de felicidad y riqueza, Rembrandt sufrió tristes eventos familiares, con la muerte de su esposa y su hijo que, unidos a la desastrosa administración de sus bienes, le condujeron a un final solitario en medio de la pobreza.
Poseía una amplia formación humanística, y su temperamento artístico no provenía únicamente de la realidad de cada día, sino que su espiritualidad, vivida cada día más a causa de su desgracia, constituyó el fundamento de su arte.
La fidelidad a sus propias ideas le hizo víctima de la incomprensión, no obstante, continuó su obra sin importarle el favor del público. Se le considera un misionero del arte.
EL ARTISTA. Rembrandt constituye una excepción respecto a los artistas de su época, no fue un "especialista" sino que su obra presenta una gran amplitud temática, estilística y técnica. Realizó paisajes, retratos, pintura de género, histórica, mitológica...
Es un pintor realista, como corresponde a la pintura holandesa de ese momento, pero, al mismo tiempo, su imaginación le hace mezclar la realidad con un delicado idealismo.
Como muchos otros pintores, su pintura está influida por la pintura italiana, y de forma especial por los claroscuros de Caravaggio, cuyo tenebrismo adopta y adapta a su manera.
Su obsesión por la luz, sus efectos y contrastes, le llevan en ocasiones a preocuparse por la ubicación de sus cuadros, aconsejando al cliente cómo y dónde debía colocar su pintura.
Para obtener los efectos adecuados a la textura de algunas obras, sobretodo en tejidos y brocados, usaba una pincelada muy empastada, llegando a emplear la espátula. Esto originaba un alto consumo de pintura, que, para espesarla y abaratarla mezclaba con arena molida.
Entre 1636 y 1643 se interesó por el paisaje, usando una paleta de tonos pardos, alejándose a veces del naturalismo para expresar mejor su estado de ánimo. A veces tiende a la monocromía.
Realizó gran cantidad de estudios de hombres y mujeres, en su mayoría ancianos. Sus retratos son de gran verismo y penetración psicológica. Posee una gran maestría en transmitir la emoción por un gesto, por la expresión de un rostro, pero sobretodo, por los efectos dramáticos de la luz.
Si el arte del retrato se redujese al parecido, todos sus autorretratos, que fueron muchos, serían más o menos iguales, pero, al reflejar en ellos sus vivencias y emociones, ofrece expresiones diferentes de tal forma que son distintos Rembrandt los que surgen.
JEAN-FRANCOIS MILLET (1814-1875). EL HOMBRE. Hijo de un pequeño agricultor de Normandía, transcurrió su infancia y su adolescencia en contacto con campesinos y con la naturaleza. Destacó precozmente por sus dibujos, lo que le abrió las puertas para recibir formación artística en París.
Terminada su formación se dedicó al retrato y a la pintura religiosa y mitológica sin demasiado éxito. Pasó grandes dificultades y graves apuros económicos. Abandonó París huyendo de una epidemia de cólera y se estableció en Barbizon (1849), de donde no saldría nunca más.
Aficionado a las lecturas bíblicas, se detecta en todas sus obras un cierto sentido religioso.
Por la temática rural de sus cuadros fue considerado, acertadamente o no, en los medios oficiales como socialista, lo que le perjudicó económicamente, falleciendo en condiciones muy precarias.
EL ARTISTA. Su conocimiento y amplio contacto con el mundo rural hace que, a partir de su establecimiento en Barbizon, sea éste el tema fundamental de su obra y con el que alcanza prestigio.
Hay quienes ven a los campesinos de sus cuadros como gente pacífica que creen en Dios y bendicen su trabajo, que siente la fatiga y hace un alto para descansar o para realizar sus oraciones. Sus cuadros constituyen un canto al trabajo duro y monótono de los agricultores que Millet contempla como un espectáculo grandioso. Hay un cierto romanticismo en su obra.
Otros opinan que existe contradicción entre su pensamiento y su obra. Según estos, Millet consideraba a los campesinos estrechos de mente, carentes de belleza, y, de ninguna manera, el duro y honesto trabajo era la clave de su felicidad. El éxito de su obra procedería, en parte, de ser un pintor realista, que, al contrario de otros pintores contemporáneos más comprometidos socialmente, presentaba la realidad del mundo rural de una forma aceptable, y con un toque religioso e idílico.
Contribuyó a la formación de la llamada Escuela de Barbizon, cuyo fundamento es la representación realista del paisaje, lejos de los planteamientos idealizados y fogosos de los románticos, así como aportaba la observación minuciosa de la luz y de la atmósfera de la naturaleza, por lo que se considera a esta Escuela precursora del Impresionismo.
Según esto, el pintor debe trabajar en contacto con la naturaleza, a plain-air, no obstante, Millet no pintaba al aire libre, ni siquiera los bocetos, sino que toda su obra se desarrolló en el estudio o taller.
Tenía limitados conocimientos de los valores tonales, pero en cambio poseía una gran habilidad para el dibujo.
En sus cuadros predomina el color pardo-ocre que hizo exclamar a Van Gogh que parecían pintados con la misma tierra que los campesinos labran y trabajan.
EUGÈNE DELACROIX (1798-1863). EL HOMBRE. Poseía una personalidad egocéntrica, melancólica, pesimista e imaginativa. Persona extremadamente culta y reflexiva, además de su obra pictórica actuó en cierta manera como ideólogo del arte.
Observador de los efectos de la luz sobre las cosas, desarrolló una teoría del color que aplicaría a sus propios cuadros, e influiría posteriormente sobre los divisionistas y los postimpresionistas, y muy especialmente sobre Van Gogh.
A su muerte dejó un Diario, así como abundante Correspondencia. Escribió algunos artículos como Críticas en Materia de Arte, Cuestiones sobre la Belleza y Variaciones sobre la Belleza.
EL ARTISTA. Es un artista romántico que da preferencia al color sobre el dibujo. De ejecución rápida, posee una pincelada libre e improvisada. Sus figuras no son realistas ni idealistas, sino que, aún dominando la fantasía, no son ajenas a la realidad.
Delacroix se interesa por la estética pero no es conforme con una definición que suponga limitaciones: " Solo los prejuicios culturales o patrióticos y la rigidez de las Escuelas crean arquetipos basados en reglas inmutables que generalmente proceden de la Antigüedad".
La belleza, con su gran variedad de formas, no es fruto de unas normas heredadas, sino de " una inspiración constante y de una suma de obstinadas fatigas que salen a la luz como todo lo destinado a vivir: desde el interior y con dolor."
Como consecuencia de las alteraciones del gusto, es la voluntad del artista quien legítimamente debe exponer su concepto de belleza: " Es necesario ver lo bello donde el artista ha querido que esté". Con esta idea está apoyando el concepto de "temperamento" y de individualidad artística.
Delacroix, como romántico, no ataca al Clasicismo, sino al clasicismo artificioso de David e Ingres porque imitan las formas, pero no la esencia de los antiguos creadores del Renacimiento.
Considera la fantasía como el ingrediente esencial de la creación artística, fantasía que puede desarrollarse a partir de la naturaleza, de otras obras maestras o de la literatura. En este sentido, y por su rechazo a la imaginación, considera el realismo como "la antípoda del arte", e incluso duda de la entidad artística de la fotografía.
TEMAS
El tema principal representado en los cuadros de Van Gogh esta relacionado con el medio rural, bien sean campesinos, chozas o paisajes. Desea pintar verdaderos campesinos (F129a; JH 727) y no modelos disfrazados, en los que se advierte claramente, según él, la falsedad; y estos personajes deben estar en acción, porque considera que la acción constituye el núcleo del arte moderno. (F 41; JH 513)
Pintó varias decenas de cabezas de campesinos, hombres, mujeres, jóvenes y ancianos, en los que hace destacar la rusticidad de sus rostros como forma de llamar la atención sobre la dureza de la vida rural. (F 163; JH 687) (F 388r; JH 786)
" Personalmente veo que obtengo mejores resultados pintándolos en toda su rusticidad que dándoles un encanto convencional... si un agricultor huele a tocino ahumado, o a patatas hervidas, eso no es insano, si un establo huele a estiércol, eso es propio de un establo, si el campo tiene olor a maíz segado, o a patatas, o a guano o a estiércol, eso es saludable, especialmente para la gente de la ciudad. Tales cuadros pueden enseñarles algo, pero perfumarlo no es lo que un cuadro de campesinos necesita."
Ante una crítica de Serret contestaría: "Yo estaría desesperado si mis figuras humanas fueran correctas, dile que no quiero que sean académicamente perfectas... dile que mi gran objetivo es hacerlas incorrectas... para que se conviertan, si, en mentiras si tu quieres, pero más verdaderas que la verdad literal."
Pinta el interior de sus viviendas de noche, con luz artificial, para comprobar el efecto de las luces y las sombras, así como la respuesta de los colores en esas condiciones (F 158; JH 792)
A partir de todo estos estudios elaboraría su primera gran obra: "Los Comedores de Patatas". (F 82; JH 764)
Igualmente aborda el mundo de los tejedores, (F 27; JH 503) donde el hombre aparece empequeñecido y alienado ante la máquina, como prisionero de ella, realizando un trabajo monótono, mecánico y repetitivo como una pieza más del telar.
A veces refleja la soledad de las personas en medio de la masa, mediante grupos de personas entre las que no existe comunicación. (F 970; JH 222)
Realiza también numerosos bodegones, en una aproximación a la naturaleza y a las cosas sencillas, reproduciendo zuecos, jarros, y productos hortícolas. (F 63; JH 920) (F 118; JH 932)
TECNICA
Inicia su formación copiando manuales de dibujo, pasando posteriormente a la acuarela, y hasta el verano de 1882, en Nuenen, no se dedica a fondo al óleo, pues primero quiere estar seguro de su habilidad con el dibujo. No obstante, aunque respeta la importancia del dibujo, da preferencia al color, dibujando con la pintura a partir de líneas extendidas con el pincel o con la espátula. "Nada me gusta más que el trabajo a pincel, hasta para el dibujo, en lugar de hacer el esbozo al carbón."
Durante este período se caracteriza su obra por el empleo de colores ocres y pardos, (F 19; JH 409) con aplicación de gruesas capas de pintura y pincelada enérgica, evocando así la tierra donde los campesinos desarrollan su vida y su trabajo, y de la que están hechas sus casas.
"...me llama la atención cuan fuertemente esos pequeños troncos están enraizados en el suelo. Empecé a pintarlos con el pincel, pero como la superficie del cuadro estaba ya cubierta de pintura, las pinceladas se perdían; entonces apreté el tubo sobre el lienzo y modelé un poco las raíces y troncos con el pincel. Si, ahora están resaltados del suelo y fuertemente enraizados en él (F 8; JH 182)... En cierto modo estoy contento de no haber aprendido a pintar, porque entonces yo no habría aprendido a realizar efectos como este."
Referente al empleo de los colores diría: "Yo estudio la naturaleza para no hacer cosas insensatas, para mantenerme "razonable", pero me interesa menos que mi color sea precisamente idéntico, al pie de la letra, desde el momento que aparece bello sobre mi tela, tan bello como en la vida." "El color por sí mismo expresa alguna cosa, no se le puede ignorar y hay que aprovecharlo."
Defiende el uso de los colores blanco y negro "siempre que estén en su lugar y de acuerdo con el resto del cuadro."
En alguna ocasión tiende a la monocromía (F 40; JH 507) y se deja influir por los claroscuros del tenebrismo de Caravaggio (F 20; JH 417)
Sus primeros paisajes carecen de perspectiva y se afana en corregir su defecto. Para ello se construye una "caja óptica", consistente en un marco con hilos verticales, horizontales, y en diagonal, a través de la cual miraba el paisaje a representar y le ayudaba a establecer las proporciones en la distancia. Nunca llegaría a dominar la perspectiva y ese supuesto defecto acabaría siendo uno de los atractivos de su pintura.
Considera que el arte oficial, con sus reglas y normas, atenaza al individuo, impidiéndole acceder al verdadero arte, por ello se convierte en antiacademicista, y hace una pintura real que muestra la naturaleza tal como él la ve y la siente, sin cánones oficiales y sin reglas estéticas académicas. El dibujo y el color no son más que medios de expresión de una realidad, y pueden ser modificados, aunque se aleje de la realidad literal, si con ello el pintor consigue expresarse mejor. Esta actitud rebelde le obliga a buscar sus propias reglas, corrigiendo repetidamente sus errores, hasta lograr encontrar un lenguaje propio y personal.
Trabajaba fundamentalmente al aire libre, en contacto con la naturaleza de donde obtiene su inspiración. A pesar de que sus cuadros tienen apariencia de espontaneidad, en realidad son cuidadosamente planificados. Quizá el ejemplo mas destacado sea el de "Los Comedores de Patatas" del que elaboró varios bocetos antes de realizar el cuadro definitivo.
AMBERES (ANTWERP)
Aunque la obra pictórica de Van Gogh no es muy numerosa en esta localidad, donde pasó tres meses del invierno 1885/86, su estancia fue muy positiva para su evolución artística, como paso previo para el salto a París.
Theo solía hacer a Vincent comentarios de los cuadros que iba recibiendo e informándole de las novedades que se iban produciendo en el mundo artístico de París, insinuándole la conveniencia de emplear una mayor gama de colores y tonos más claros, ante el desarrollo que estaba tomando la pintura impresionista.
A final de Octubre de 1884, estando en Nuenen, Vincent escribiría a su hermano: "Creo que dentro de un año... habré cambiado mucho más mi manera y mi color, y lo habré vuelto aún un poco más oscuro" (383) Sin embargo no deja de estudiar y profundizar en el conocimiento de los colores, lee detenidamente a Delacroix y hace amplios comentarios a Theo sobre el color, como en las cartas 401 y 428 de Abril y Octubre, respectivamente, de 1885. Todo ello hace pensar que algo está pasando en su interior, que está buscando nuevos impulsos, nuevas metas para su arte.
En la carta 434, escrita hacia el 15-20 de Noviembre de 1885, expondría:
"Ya tengo ganas de irme a Amberes"
"...y esto me alienta a ver que no ando descaminado para pintar la naturaleza, ni en lo que se refiere a la técnica de la pintura, aunque confieso de buen grado que aún cambiaría y que es necesario."
"Durante mucho tiempo he trabajado aisladamente, me imagino que si quisiera y pudiera aprender algo de otros, y hasta recibir préstamos de su técnica, continuaría siempre mirando con mis propios ojos y teniendo mi propia manera de concebir".
"Aquí (Nuenen) no he hecho más que pintar incansablemente para aprender a pintar, para adquirir sólidos principios sobre el color... a veces es endiabladamente duro vivir completamente fuera de la pintura y del mundo de los pintores, y no ver nada de los otros".
Vincent es consciente de que ha acabado una etapa, la de su formación inicial, y que la autoformación y el contacto con los grandes maestros del pasado no son suficientes, por lo que necesita establecer contactos con el mundo pictórico del momento y marchar a Amberes.
A poco de llegar a la ciudad, a donde había llevado algunas de sus obras, advierte la oscuridad de sus cuadros: " Es extraño que mis estudios parezcan más oscuros aquí que en el campo. ¿Será porque la luz resulte menos clara en cualquier parte de la ciudad?... me ha llamado la atención y me ayudará a comprender por qué ciertas cosas que tienes allá aparecen también más oscuras de lo que yo hubiese pensado en el campo."
Se siente atraído por Rubens, de quien dice que, aunque sus pinturas son a veces huecas, es capaz de representar júbilo, serenidad o dolor por medio de una combinación de colores. Admira su manera de pintar cabezas y manos con una gama de colores luminosos. Igualmente se siente atraído por el colorido de Frans Hals.
Las obras realizadas en esta ciudad presentan ya una paleta de colores más claros. Continua con deseos de estudiar, comenzando de nuevo por el principio, y de forma especial demuestra interés por dominar el desnudo hasta que "pudiera realizarlo de memoria".
En Amberes empieza a coleccionar láminas de pinturas japonesas, que tanto habrían de influir posteriormente en el dibujo y colorido de sus cuadros.
Reafirma su seguridad en sí mismo: "Siento en mí la obstinación y estoy por encima de lo que la gente pueda decir de mí y de mi obra". Al final de su estancia en Amberes, Van Gogh se encuentra preparado y receptivo para ir a París.
RESUMEN
En su período inicial Vincent van Gogh aprende las habilidades artesanales necesarias para desarrollar su profesión, de forma autodidacta y manifiesta oposición al academicismo oficial. Desarrolla una pintura realista, de marcado contenido social, utilizando colores oscuros, fundamentalmente ocres y pardos, aplicados en gruesas capas, con pinceladas muy marcadas.
Se preocupa grandemente por el dibujo y el color, pero considera que el artista no está sometido a ellos, sino que al contrario, dibujo y color son elementos que el artista utiliza a su voluntad para conseguir una mejor facilidad de expresión.
Le toca vivir una época de inquietudes sociales, en el que se inicia una ruptura entre conservadores y progresistas, definiéndose por una actitud mental y artística avanzada, y, consecuente con sus ideas, su comportamiento le hace parecer excéntrico a determinadas clases sociales.
Utrera (Sevilla) España, Enero 1999
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