Más tarde o más temprano todo admirador de Vincent van Gogh termina preguntándose cuál fue la enfermedad que realmente afectó al artista.
Eckhard Neumann decía que hasta 1973 habían aparecido noventa y tres artículos con diferentes diagnósticos sobre su enfermedad: esquizofrenia, epilepsia, una mezcla de ambas, alcoholismo, sífilis, e incluso ningún origen patológico. Sin duda el pintor presentaba todos estos síntomas, e incluso algunos más, como depresión, alguna enfermedad hereditaria, síntomas de Meniere... pero la pregunta sigue en pie ¿Cuál era la enfermedad que padecía?
Desde 1973 hasta ahora han corrido ríos de tinta sobre el tema sin que los profesionales de la Medicina o la Siquiatría se hayan puestos de acuerdo en un diagnóstico común. Ante esto, los que no somos más que simples aficionados a la pintura, lo único que podemos hacer es informarnos lo mejor posible de las distintas teorías y adoptar aquél diagnóstico que mejor respuesta de a las preguntas que la vida y obra de Van Gogh nos suscitan.
Un diagnóstico que responde ampliamente a mis incógnitas es el de Porfiria Aguda Intermitente o P.A.I.(Acute Intermittent Porphyria or A.I.P.) de la que puede encontrarse abundante información, en inglés, en Internet.
El bioquímico australiano Wilfred N. Arnold, en su libro titulado "Vincent van Gogh, a life between Creativity and Illness", Basilea, 1993, refuta el diagnóstico del Dr. Peyron así como los hasta ahora aceptados de epilepsia, esquizofrenia, sífilis o envenenamiento por el plomo contenido en ciertas pinturas. En lugar de ello, su diagnóstico es A.I.P. La hermana de Vincent, Wil, que ingresó en un sanatorio en 1902, puede haber padecido también este desorden metabólico hereditario, descrito por primera vez en 1889. Theo van Gogh, que murió el 25 de Enero de 1891 con un estado mental desequilibrado, también desarrolló síntomas análogos.
Porfiria Aguda Intermitente (P.A.I.). Es, dentro del grupo de las Porfirias, una enfermedad hepática, hereditaria que presenta síntomas que afectan al sistema nervioso y no afectan a la piel.
La enfermedad es latente en la infancia, pudiendo continuar latente durante toda la vida del individuo sin que este llegue a saberlo.
La causa es la dificultad del organismo para elaborar una determinada enzima.
Los síntomas, que se presentan intermitentemente, pueden incluir dolor de estómago, debilidad muscular, dolores en brazos y piernas, insomnio, tensión alta, palpitaciones, retención urinaria, problemas emocionales, confusión y alucinaciones. La analogía con los síntomas de otras enfermedades y su escasa difusión hace difícil su diagnóstico. La enfermedad puede aparecer súbitamente y con carácter de gravedad.
La variabilidad de la intermitencia de la enfermedad es debida a:
| a) | Presencia de ciertas hormonas, por ello esta enfermedad no suele aparecer hasta después de la pubertad. |
| b) | Problemas de nutrición. La ingestión de una dieta baja en calorías o baja en carbohidratos (azúcares) puede causar ataques. |
| c) | Efectos secundarios de ciertos fármacos. Antes de los conocimientos actuales sobre P.A.I., los enfermos normalmente se trataban con tranquilizantes, sedantes, antiepilépticos y otras fármacos que podrían estar involucrados en el desarrollo de la enfermedad. De hecho los ataques más severos están casi siempre ligados al uso de medicamentos inadecuados. |
| d) | Alcohol. La sobrecarga que el alcohol ejerce sobre el hígado favorece el desarrollo de la enfermedad. |
| e) | La coincidencia de dos o más de los factores anteriores acentúa la aparición y gravedad de la enfermedad. |
Análisis de la evolución de las recaídas. Van Gogh alternaba periodos, generalmente cortos, de alteración mental con períodos, generalmente largos, de plena lucidez. El mismo dice que las recaídas solían durar unos quince días. Excepcionalmente la recaída de Febrero de 1890 duró unos dos meses.
El primer ataque de la enfermedad aparece en Diciembre de 1888, estando en Arlés, donde había llegado a final de Febrero de ese mismo año. Anteriormente había pasado dos años viviendo con su hermano en París, donde lógicamente estaría bien alimentado. Es en París donde se aficiona al alcohol, concretamente a la Absenta, bebida de moda en los medios progresistas y artísticos de la época, y de la que se decía que favorecía la creatividad artística.
Se podrían distinguir tres períodos en la evolución de su enfermedad: Arlés, Saint-Rémy y Auvers.
Arlés. Desde Febrero a Diciembre de 1888 en que vive en Arlés, la vida de Van Gogh es extremadamente desordenada y su alimentación escasa. Bebe mucho, hasta convertirse en un alcohólico y en ocasiones pasa días alimentado solo con café, pan y alcohol. Su trabajo es excesivo. Las condiciones son las óptimas para que aflore la enfermedad que tenía larvada, y de hecho pensaba, en vísperas de la llegada de Gauguin, que se iba a poner enfermo.
Desde la llegada de éste el 23 de Octubre, hasta el 24 de Diciembre, no es probable que Van Gogh estuviese mal alimentado pues la situación económica era mejor al estar los dos viviendo juntos, y además, el carácter de Gauguin no lo hubiese permitido. En cambio, las conversaciones sobre arte con Gauguin, que más tarde se convirtieron en discusiones, es de suponer que estuviesen suficientemente regadas de alcohol, especialmente a final de Diciembre, cuando la tensión entre ellos era mayor y la coincidencia con las fiestas de Navidad en que normalmente se suele beber más.
Es de pensar pues que los ataques sufridos por el artista, antes de entrar en Saint Rémy, son debido a malnutrición, pero, sobretodo al abuso del alcohol.
Saint-Rémy de Mausole. En Mayo de 1889 Van Gogh ingresa voluntariamente en este sanatorio, donde se le diagnostica y trata como enfermo epiléptico. Durante su estancia en este hospital se repiten con cierta frecuencia las recaídas y se produce el ataque más grave de toda la historia de su enfermedad, que habría de tenerle inactivo durante dos meses.
Su alimentación durante este periodo fue, si no muy buena, al menos mejor y más regular que antes de su ingreso. Cuando abandona el hospital en Mayo de 1990 su aspecto físico sorprende a su cuñada Jo, ya que la apariencia de Vincent es mejor que la de su hermano Theo, cuatro años más joven que él.
Igualmente es de suponer que la ingestión de alcohol estaba también controlada. En este sentido se manifiesta el propio Vincent en la carta escrita a su hermano el día 5 de Julio de 1889 (T 599): "Aquí vivo sobriamente, porque tengo la posibilidad de hacerlo; antes bebía... La sobriedad muy calculada lleva sin embargo a un estado de ánimo en el cual el pensamiento, si huye, huye sin interrupciones. En fin, es una diferencia como pintar gris o coloreado. Voy, en efecto, a pintar más gris..."
Eliminadas las razones nutricionales y de ingestión de alcohol, queda otro factor, no menos importante, el de los efectos secundarios de los fármacos que estaba tomando, como causa de sus ataques durante su estancia en el hospital. Llegado a este punto convendría tratar de reconstruir las circunstancias que rodearon a la recaída más grave que tuvo.
A mediados de Febrero de 1890, escribió a su hermana Wil (W 20) diciéndole que posiblemente iría a París hacia final de mes (el no conocía todavía a su cuñada ni a su sobrino), pero antes quería probar ir a Arlés para comprobar si era capaz de soportar el viaje y la vida ordinaria sin que le volvieran los ataques. Este viaje se hizo el día 22 de Febrero y cayó abatido por la enfermedad, " como una bestia" según sus propias palabras.
Cabe pensar que al enfermo "se le preparara" para el viaje suministrándole previamente más dosis de tranquilizantes para que no creara problemas durante su estancia fuera del recinto hospitalario, con lo que se le estaba predisponiendo para una recaída.
Uno de los fines del viaje era visitar a Mme. Ginoux, la Arlesiana, que había sido modelo de él y Gauguin, que sufría también de problemas depresivos, y a la que llevaba un cuadro, una copia de La Arlesiana, que debía aun estar fresco porque había sido pintado en ese mes y por tanto, aún no habían pasado los treinta días mínimos necesarios para que se secara la pintura. Nunca llegó a su destino y el cuadro se perdió.
¿Qué pudo haber pasado? ¿Dónde le dio el ataque? ¿En el camino de Saint Rémy a Arlés? ¿En Arlés?
Por diversas razones que haría interminable estas notas, me inclino a pensar que fue en Arlés. ¿Qué motivó el ataque? ¿Tan fuerte fue la emoción de volver a Arlés? Creo que el cuadro que transportaba puede ser clave del asunto. Un cuadro de unos 65 x55 centímetros, con pintura fresca aún, no es cómodo de transportar. Parece lógico que entregar el cuadro fuera lo primero que intentara hacer. ¿Por qué no llegó a entregarlo? Si se tiene en cuenta que Vincent era alcohólico crónico - en Medicina se le pone como ejemplo de absintismo - es posible que todavía estuviese bajo el síndrome de abstinencia y que al pasar ante un bar tomase algo de alcohol, y que la mezcla de alcohol y los fármacos hicieran un efecto sinérgico que originaron una recaída brutal. Apareció el día 24 en Tarascón, a unos 18 km. de Arlés, sin que se conozca cómo pudo llegar allí. Del cuadro nunca más se supo.
Auvers. En Mayo de 1990 se traslada a Auvers donde es cuidado por el Dr. Gachet, buen aficionado a la pintura, que considera que Vincent no padece de epilepsia. Al menos aparentemente no dio importancia al estado de Vincent, "... los pintores eran siempre un poco locos. Sin un granito de locura no existiría arte..." Se desconoce el tratamiento que pudo recetarle, pero es posible que Van Gogh no le prestara demasiada atención. El caso es que en este periodo está bien alimentado, o al menos no hay referencias a deficiencias de nutrición en sus cartas, tampoco bebe, al menos así lo afirma el mismo pintor, y no hay fármacos que propicien recaídas. De hecho no vuelven a repetirse los ataques. En cuanto a su suicidio, su enfermedad fue uno mas de los factores que pudieron causarlo, pero esto sería motivo de otro estudio.
Utrera (Sevilla) España, Enero de 1998
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