Muerte de Vincent Van Gogh: nuevas aportaciones sobre el trágico suceso
De Javier Luque
Recientes estudios sobre la trágica muerte del pintor holandés por arma de fuego en Auvers, desvelan un intrigante laberinto de contradicciones sobre el lugar del disparo, la intencionalidad suicida, la consecución y posterior desaparición del revólver o la atención médica prestada a un herido de bala. Barajándose en la actualidad distintas hipótesis desde el asesinato u homicidio involuntario, hasta el accidente o el suicidio.
El semanario local (L’Écho Pontoisien) ubicó el lugar del disparo “en el campo” sin especificar, lo que contribuyó a divulgar la falsa idea de que Vincent se hirió mortalmente en los maizales del cementerio. Existe controversia sobre si el disparo se produjo en las proximidades del castillo o del barrio de Chaponval en un corral de la calle Boucher. Aunque en este caso el artista se hubiera dirigido a la posada caminando maltrecho por las calles céntricas de Auvers, lo que no hubiera pasado desapercibido por el vecindario. Según Adeline Ravoux (hija del posadero) su padre aseveró que el artista se disparó en el camino que pasaba junto a la pared del castillo (lugar pintado por el hijo de Gachet en un lienzo). Logrando después descender malherido por la colina y alcanzar la fonda (donde murió unas 28 horas más tarde).
René Secrétan, el menor de dos hermanos que conocían a Vincent, aseguró que el pintor les sustrajo el arma perteneciente al posadero. Naifeh y Smith han postulado que van Gogh fue disparado por René en un accidente o acto deliberado cuando éste bromeaba o jugaba con el arma de Ravoux imitando a un cowboy. Conjetura que contradice la declaración de intento de suicidio del propio Vincent. Las crónicas locales y los historiadores de Auvers no respaldan que se difundieran por el pueblo rumores de asesinato. Y el profesor Rewald, después de visitar Auvers en la década de los 30, lo desestimó. Además no puede sustentarse esta hipótesis porque los Secrétan abandonaron Auvers a mediados de julio para proseguir las vacaciones en Granville (costa de Normandía).
Por otra parte, la exploración histórica de la herida de bala de Vincent en el costado izquierdo -compatible con un disparo a corta distancia-, los relatos testimoniales y las conductas auto-lesivas previas, respaldan el acto suicida.
Adeline exculpa a su padre, a quien responsabilizan los gendarmes de la muerte de Vincent, aduciendo que el arma presuntamente del posadero nunca apareció. Pero el pintor pudo coger el revólver de Ravoux a los hermanos Secrétan cuando éstos, antes de partir a Granville, lo dejaron con los aperos de pesca que utilizaban en su embarcación (como declaró René a Doiteau).
La tarde del 27 de julio, Vincent salió de la fonda sin los útiles de pintura (depositados el día del funeral junto al féretro), y pudo dirigirse por Chaponval hacia algún embarcadero del Oise. Regresando por la calle Boucher con el revólver oculto en su chaqueta, hasta los campos del alto del castillo (donde habría pintado por la mañana). Disparándose, después, en el camino junto al muro y bajando finalmente por la colina hasta la fonda (como aseguraba Ravoux). Esta hipótesis justificaría el tiempo transcurrido en la tarde de autos a causa del desplazamiento, y que a Vincent lo hubieran visto hacia Chaponval o por la calle Boucher antes del disparo. Incluso que se hubiera oído la detonación en un corral de la estrecha rúa por el eco del tiro desde el alto de la colina.
El holandés, aturdido, perdió el revólver después del impacto. El arma nunca apareció, pero algún vecino o campesino pudo cogerlo y arrojarlo al río o a un vertedero u ocultarlo bajo tierra para no verse incriminado. Sin descartar que lo hiciera alguien allegado a los Ravoux ante los rumores, perjudiciales para el negocio familiar, que tildaban al posadero de irresponsable. Un campesino que araba a mediados del siglo pasado las tierras próximas al Château de Auvers, encontró enterrado un “Lefaucheux” con el grado de oxidación correspondiente a la época del suceso. Pero los investigadores no han podido confirmar que fuera el arma utilizado por el artista.
Vincent, por su parte, no quiso dar explicaciones a los gendarmes sobre la procedencia del revólver. Lo que impedía acusar a Ravoux de dejárselo a un “desequilibrado” o implicar a unos jovenzuelos de vacaciones en Auvers. Pero estos pícaros pudieron sustraer el arma a Ravuox cuando frecuentaban el café, pues sabían dónde encontrarlo y no lo devolvieron cuando se fueron a Granville. Se entiende, así, que al no estar el revólver en el cajón donde lo guardaba Ravoux, y al ignorar éste que lo utilizaban los Secrétan, los gendarmes sospecharan que el posadero se lo habría prestado al pintor o que Vincnet lo habría cogido en la fonda. Sin que Adeline constatara semejante hecho, molesta con la investigación policial y las falsedades en torno a lo confiado por su padre. Formando parte de la leyenda que Ravoux dejara el revólver al pintor para ahuyentar a los cuervos o que Vincent amenazara al Dr. Gachet con un arma.
El disparo no certero pudo desviarse por la parrilla costal o por falta de pericia con el viejo pistolón del posadero. Pero la dificultad para comprobar el grado de intención letal o un resultado tardío de fallecimiento no excluye el acto suicida. No obstante, la desaparición del arma, la ausencia de una nota con el propósito suicida y la imprecisión del disparo justificarían el examen forense de los restos del pintor.
Vincent, hoy, se hubiera salvado en un hospital reponiendo el volumen sanguíneo y extrayendo el proyectil. Lamentablemente Gachet, con conocimientos en frenología, se interesó más por la obra del holandés que por el cuidado de su paciente. Por otra parte, Vincent con padecimientos físicos y psíquicos no quería convertirse en una carga para su hermano, que atravesaba dificultades financiaras como marchante de arte. Y el pintor holandés deseó morir y saldar con sus obras las deudas contraídas con Theo.
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Javier G. Luque (Salamanca)
Breves anotaciones sobre el trabajo del autor titulado: “Muerte de Vincent van Gogh. Últimas cartas, últimas telas y arma de fuego”. [“Death of Vincent van Gogh: last letters, last canvases and a gun”]. Portales Médicos. Vol. VIII. Nº 1. Enero 2013. Disponible en http://www.portalesmedicos.com/revista-medica/muerte-vincent-van-gogh-cartas-arma-de-fuego/.
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